Economia

Cómo invertir en los motores del crecimiento mundial

Las corrientes demográficas generan necesidades de inversión que, a largo plazo, pueden ser muy rentables

MADRID. Actualizado: Guardar
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Invertir a largo plazo no es fácil. Especialmente en momentos de elevada volatilidad. El respeto al conocido como 'umbral del sueño', las fluctuaciones máximas de la inversión que un ahorrador puede soportar sin tener problemas para dormir, puede inducir a tomar decisiones demasiado precipitadas. Ahora bien, lo importante para mantener este umbral controlado está siempre en invertir la cantidad adecuada en relación a nuestro patrimonio total. Y, por supuesto, en los activos adecuados.

En el mundo hay tendencias seculares que determinan a largo plazo el futuro de regiones y sociedades. Por ejemplo, la conversión de China en una economía de mercado ha sido muy rentable para muchos inversores que apostaron por ello en sus estadios más iniciales. Y en este sentido, cada vez más gestoras de fondos dedican más tiempo y recursos a analizar las grandes tendencias que mueven el mundo.

Fidelity, la Fundación de Estudios Financieros (FEF) y el Instituto Español de Analistas (IEAF) Financieros acaban de publicar un estudio en el que analizan el impacto de la demografía en las grandes tendencias de inversión y han identificado tres: el crecimiento de la población mundial, el auge de las clases medias y el envejecimiento de los ciudadanos en los países desarrollados. Son grandes movimientos que generan nuevas necesidades en la población y mueven flujos de capitales. Pero tras consultar con varios expertos, todos ellos mencionan la evolución tecnológica como otra gran fuerza de cambio global. Eso sí, quien quiera aprovechar estos movimientos, tendrá que hacerse a la idea de que la inversión tendrá que ser a largo plazo.

Crecimiento demográfico. Se constata año a año. El estudio de Fidelity señala que la población mundial superó la barrera de los 7.000 millones de personas en 2011 y ha aumentado en 1.000 millones desde 1999. Actualmente, en el mundo viven el doble de personas que en 1970 y la tendencia continúa. Y, evidentemente, esto incrementará la demanda de servicios básicos. «No es posible el desarrollo económico sin aprovisionamiento de agua continuo y sostenible y el movimiento de poblaciones hacia las grandes ciudades presiona la red de suministro. Las necesidades globales sumarán un billón de dólares al año hasta 2030. Un 70 % del agua dulce es utilizada por la agricultura, pero 670.000 kilómetros cuadrados de tierras de cultivo pueden haberse perdido hasta 2050 y se requieren inversiones en profesionalización y productividad agrícola. La reducción de tierras forestales promueve el aumento de precios de la madera, que beneficia a las propietarias de los bosques», explica Hans Peter-Portner, gestor del Pictet Global Megatrend Selection. Su fondo es uno de los más recomendados.

Auge de las clases medias. Carlos Farrás, socio director de DPM Finanzas, llama la atención sobre «la evidencia de que el crecimiento de la clase media es importante de cara al crecimiento mundial, pero no es menos cierto que mientras en unos países se crea, en otros, como España, se ha producido una reducción de la clase media durante la crisis y no sabemos cuánto tardaremos en recuperar niveles pre-crisis». Por ello, hay que saber buscar los lugares donde se produce el crecimiento. En este sentido, Juan Hernando, responsable de análisis de fondos de Inversis Banco, no tiene ninguna duda: «Las gestoras suelen buscar este fenómeno en los países emergentes, ya que las estimaciones son prácticamente unánimes en que este proceso continuará y hará que una población cada vez mayor acceda a productos o servicios que hasta ahora no podían». Como fondo, Hernando menciona el Robeco Consumer Trends. Con las tensiones que viven los mercados emergentes en este momento, muchos asesores aconsejan mantenerse al margen de ellos. Pero Hillary Natoff, gestora del Fidelity Global Demographics, defiende que «las convulsiones de las últimas semanas son episodios muy concretos habituales en los ciclos económicos. Las tendencias demográficas son fenómenos que se desarrollan durante 20, 30 ó 40 años. En el largo plazo, las expectativas se cumplirán». Por tanto, a la hora de invertir en esta clase de estrategias, conviene tener un horizonte muy amplio.

Envejecimiento. Es la enfermedad de los países desarrollados. Imparable en Europa y Japón, donde la tendencia es más marcada. El número de personas mayores de 60 años ha aumentado más del triple desde 1950, señala el estudio elaborado por Fidelity. Y creen que para 2050 la cifra se habrá triplicado. «Las personas viven más que antes, pero las funciones del cuerpo humano se deterioran inevitablemente con el paso del tiempo, lo que aumenta la demanda de una amplia gama de productos (como fármacos, audífonos, artículos ortopédicos y productos para el cuidado de la visión) y servicios médicos», explica el estudio de Fidelity. Hernando cree que el fondo que mejor juega esta tendencia es el CPR Silver Age, que centra la mayor parte de su inversión en Europa.

Revolución tecnológica. «Está cambiando la forma de relacionarnos y mejora la productividad de las empresas. ¿Quién podría haber dicho que una empresa como WhatsApp con apenas beneficios se vendería por 13.800 millones de euros», indica Farrás. Para este campo, el Robeco Global Consumer Trends puede ser un buen producto. Sus principales posiciones se centran en valores como Google, Facebook o Priceline.com. La filosofía de sus gestores en este momento es buscar valor en compañías dedicadas a los contenidos de internet. Sin embargo, en el Mobile World Congress, de Barcelona, se han presentado auténticos avances en la conocida «tecnología llevable», como las Google Glass o los relojes inteligentes.