Formación congelada

Con casi 200.000 desempleados, la provincia de Cádiz arrastra una lacra laboral contra la que es difícil luchar. Los gaditanos se encuentran además con el agravante de que la Junta de Andalucía solo haya convocado un curso de los 164 previstos para formación de parados. Ante esta situación, el panorama resulta desalentador, especialmente para el sector más débil, los jóvenes que acumulan una tasa de paro importante y encima no tienen a su alcance la formación necesaria para poder cambiar el rumbo hacia un mercado con más demanda laboral.

Resulta curioso que la administración andaluza haya levantado la voz en tantas ocasiones criticando los ajustes económicos del Estado en distintas áreas y no sea capaz de reconocer sin embargo los recortes aplicados a políticas activas de empleo que han dejado tirados a muchos desempleados andaluces. Y lo que es peor, tampoco ha sabido o podido solucionar el problema, pues entre el cambio de competencias de la Consejería de Empleo a la de Educación, aquella generosa oferta de cursos para parados que hace unos meses anunciaba el Servicio Andaluz de Empleo parece haberse quedado en el limbo. Todo ha quedado reducido a un listado de anuncios de cursos pasados y propuestas que no han llegado a formalizarse.

Además, hay otros efectos colaterales de la inactividad de los proyectos formativos. Los centros de formación acumulan deudas de la Junta de cursos anteriores y se encuentran asfixiadas financieramente.

La pena, según resaltan desde la Confederación de Empresarios de Cádiz, es que los trasvases de poder entre Empleo y Educación han echado al traste muchas oportunidades de inserción laboral de los desempleados que terminaban los cursos. Hasta un 65% encontraba un hueco en el mercado laboral. Ahora, el asunto va camino de eternizarse después de más de un año sin incluir un nuevo plan.