Rajoy blinda a Ana Mato

Es «justo» que Ana Mato siga en el Gobierno. Mariano Rajoy blindó así a la ministra de Sanidad, a la que ratificó su «plena confianza» tras conocerse los informes policiales que recogen regalos y viajes pagados por la trama Gürtel. El espaldarazo del jefe del Ejecutivo no dejó lugar a las dudas, pero por si acaso la vicepresidenta potenció el blindaje con el conocido argumento jurídico de que su caso fue archivado por el juez.

Ana Mato tiene asegurada su continuidad al frente de Sanidad, al menos por ahora. «Mantengo la plena confianza en la ministra porque una de mis obligaciones es ser justo y creo que manteniendo la confianza soy justo porque ella lo merece y está siendo una magnífica ministra», comentó el presidente del Gobierno tras la reunión del Consejo Europeo en Bruselas. En la Moncloa y en el PP daban por sentado que Rajoy no iba a tomar represalias contra Mato por sus tratos con la red Gürtel ni por mantener los vínculos fiscales con su marido Jesús Sepúlveda, imputado en la causa de la trama corrupta, pese a estar separados, porque ya conocía todos los antecedentes. Pero el jefe del Ejecutivo quiso dar un respaldo expreso e ir más allá de una mera declaración de apoyo.

La ministra de Sanidad tiene asimismo el crédito de sus compañeros de gabinete. Soraya Sáenz de Santamaría recordó tras el Consejo de Ministros que las acusaciones a Mato fueron desestimadas por un juez en 2011. El juez del Tribunal Superior de Justicia de Madrid Antonio Pedreira archivó el asunto, pero no porque considerase inocente de los cargos a la hoy ministra, sino porque el presunto delito de cohecho impropio en el que habría incurrido al aceptar las dádivas de Correa estaba prescrito y no entró en el fondo del caso.

La vicepresidenta, sin embargo, insistió en que la denuncia fue rechaza por la justicia y el juez «ni siquiera abrió un procedimiento». Evitó valorar las peticiones de dimisión de la ministra formuladas por miembros del PP, como la presidenta del partido en Madrid, Esperanza Aguirre. «Cada uno es responsable de la opinión que tiene», zanjó la portavoz gubernamental.

Sáenz de Santamaría, al igual que Rajoy, relativizó el impacto de los casos de corrupción en la acción del Gobierno. El jefe del Ejecutivo aseguró que en el Consejo Europeo no se había tratado «ese asunto al que usted se refiere», en alusión a la pregunta de un periodista sobre si la cumbre europea había abordado la corrupción en España y en el PP, en particular. Se limitó a señalar que está dispuesto a hacer cuanto esté en sus manos para que no se produzcan casos de corrupción, y citó como ejemplo de buena herramienta la futura ley de transparencia. «No es un problema de leyes, lo importante es que las instituciones funcionen y el Poder Judicial funciona».

Preocupación europea

La vicepresidenta, a su vez, restó importancia a un informe interno de la Comisión Europea, que tras la difusión de los papeles de Luis Bárcenas alertó del efecto negativo de los casos de corrupción. «Ese (el del extesorero del PP) es solo el último de una serie de casos de corrupción de perfil alto, incluyendo uno del yerno del Rey Juan Carlos», se sostiene en el documento interno de Bruselas. La consecuencia de este fenómeno, concluye el informe, es que «los españoles han perdido la confianza en sus políticos» y «la creciente frustración podría llevar a muchos españoles a una completa desconexión de la política». Sáenz de Santamaría recordó que España no es el único país de la Unión Europea afectado por la corrupción, y en ningún caso «hubo una desestabilización» del Gobierno. «La corrupción afecta a todos», subrayó.

La vicepresidenta también negó que el conocimiento de estas prácticas corruptas debilite al Ejecutivo, que tiene el mismo «impulso político» que cuando empezó a gobernar. Reparó en que el Consejo de Ministros aprobó ayer tres proyectos de ley y tres anteproyectos, y la semana pasada dio luz verde al proyecto de ley de unidad de mercado, Además, añadió, «están en marcha todas las reformas del programa electoral».

El Gobierno, en todo caso, no tiene previsto pedir perdón a los ciudadanos por los casos de corrupción que salpican al PP. Esa, dijo Sáenz de Santamaría, es una cuestión que «corresponde analizar al partido». Desde las filas populares tampoco está previsto entonar un 'mea culpa' reclamado, incluso, por dirigentes del propio partido. El vicesecretario de Estudios y Programas, Esteban González-Pons, comentó que había «leído esos teletipos» con peticiones de perdón por parte de miembros del PP. «Muchas gracias», fue su respuesta.