Gavira y Herrera no podrán pelear por las medallas. :: REUTERS
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Gavira y Herrera, eliminados

El sanroqueño tendrá que conformarse con un noveno puesto en su debut en unos Juegos marcados por la merma que han supuesto las lesiones Los españoles cayeron en octavos ante los brasileños Santos y Cunha por 2 a 0

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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No habrá medalla con sabor gaditano en estos Juegos Olímpicos de Londres. El sanroqueño Adrián Gavira y su inseparable Pablo Herrera se quedaron en el camino antes de lo esperado. La pareja española de voley playa cayó finalmente en el cruce de octavos de final frente a los brasileños Ricardo Santos y Pedro Cunha, en un partido duro y muy igualado que se resolvió con un resultado desfavorable de dos sets a cero (18-21 y 19-21). Gavira finalmente tendrá que conformarse con el noveno puesto en su debut en unos Juegos.

El saber hacer del dúo carioca debajo de la red fue una de las notas determinantes que decantó la balanza, ya que durante todo el partido el marcador fue alternando y las distancias nunca llegaron a ser muy elevadas.

La clave del primer set estuvo en el acierto registrado por Cunha en su saque nada más comenzar. Un parcial de más cinco puso el partido en un 5-10 en contra, y a partir de ahí los gaditanos fueron a remolque. La estrategia fue la de parar el partido, no dejar que la brecha siguiera sangrando para cortar de raíz el ritmo de los brasileños. La realidad es que los campeones de España tuvieron que nadar todo el set a contracorriente. Una leve reacción al final trajo algo de esperanza, pero ni Santos ni Cunha cayeron en los errores no forzados y eso hizo imposible la remontada.

Gavira y Herrera aprendieron la lección en el segundo acto y fueron capaces de mantener a raya a los brasileños, en un set en el que se llegó al final en completa igualdad. Cuando parecía que los españoles lo tenían de cara y que iban a ser capaces de forzar el 'tie break', con un 19-18 a su favor apareció la figura estelar de Santos para resolver el encuentro sin dejar margen para la reacción a los españoles, que abandonan la Villa Olímpica con mal sabor de boca por los problemas físicos que han tenido que arrastrar durante todo el torneo y la falta de fortuna que tuvieron en los sorteos.