El lenguaje del cuerpo habló por los dos

El encuentro entre Isabel II y Martin McGuinness suscitó entre los medios británicos la apreciación casi unánime de que habría resultado impensable hace muy pocos años. E invitó a algunos de ellos a diseccionar lo que trascendió de los aproximadamente siete minutos que pasaron juntos y en compañía de otras autoridades irlandesas y de Ulster.

Las imágenes del tan esperado -desde que lo anunciaron los republicanos- apretón de manos llevaron al diario 'The Guardian' a concluir que el viceministro principal de Irlanda de Norte aportó un mayor compromiso en el encuentro. El periódico recordaba que la soberana británica estrecha miles de manos cada año y siempre de un mismo modo: breve y suave. Y ése fue su propósito también ayer en Belfast.

McGuinness, consciente del potencial político del gesto, trató de iniciar una conversación, ante lo que Isabel II sonrió con cortesía, giró la cabeza y caminó hacia su siguiente interlocutor, sin dar muestras de querer llegar más lejos con el exdirigente del IRA. El diario británico concluye que McGuinness sabía que estaba ante una oportunidad irrepetible.