Artículos

Potente presencia exterior

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La decisión de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo de archivar la querella presentada por la asociación de juristas Preeminencia del Derecho contra Carlos Dívar por viajes personales realizados a cuenta del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) descarta la comisión de un delito de malversación pero le obliga a asumir las responsabilidades que derivan de una conducta cuando menos anómala y moralmente censurable. Aunque la mayoría de la Sala del Supremo considerara ayer que sus gastos se ajustan a la normativa aplicada desde 1996, la asiduidad con la que Dívar solapó compromisos oficiales con estancias de fin de semana y gastos particulares, a los que se ha obstinado en conferir infructuosamente algún sentido protocolario, representa una abusiva y nada ejemplar confusión entre lo público y lo privado. El Supremo señala que se trata de un uso lícito que ha estado a disposición de todos los vocales del órgano de gobierno del poder judicial, fiscalizado por la Intervención del Estado y aprobado por la Comisión Presupuestaria del propio Consejo. Pero ello no exonera a Dívar sino que acaso obliga al CGPJ a corregir de inmediato tan laxa y privilegiada interpretación de los principios de austeridad y transparencia. El argumento de que la alta magistratura que encarna Carlos Dívar ha de ser ejercida con una dedicación permanente no justifica la naturaleza y la cuantía de los gastos facturados al CGPJ. Pero además su negativa a dar explicaciones públicas de esos viajes, su resistencia a comparecer ante el Congreso y el hieratismo de quien parece haber creído que su posición es intocable ha dado lugar a una opacidad agraviante. La situación de Dívar es cada día más insostenible porque perjudica directamente a su función al frente del Supremo y del CGPJ. Que el próximo lunes se conmemore el Bicentenario del Alto Tribunal con la presencia de los Reyes y de otras autoridades no solo obliga a clarificar el embrollo, sino que emplaza a Dívar a hacerse a un lado renunciando a involucrar en su enrocamiento a otras instituciones del Estado sosteniéndose a duras penas en la inercia inherente al cargo que ostenta. En tales circunstancias el hecho de que cinco vocales del Consejo hayan solicitado una reunión extraordinaria para instar su dimisión es causa suficiente para considerar que su final resulta ineludible.

Las noticias preocupantes de la crisis, que nos abruman sin tregua, dificultan la visión de la magnífica trayectoria de algunas empresas españolas, inmunes a la adversidad. Compañías que son el fundamento de este país que nos permitirá recuperar el pulso. Inditex anunció ayer que durante el primer trimestre del año ha ganado un 30% más, con la consiguiente reacción favorable de la Bolsa. Asimismo, Abengoa, que está construyendo en el desierto de Arizona la mayor termosolar del mundo, con 280 megavatios (MW) de potencia, ha ganado el concurso para construir una planta fotovoltaica al sudeste de California. Nuestros dos grandes bancos se abren camino con soltura a pesar de las dificultades, Repsol ha superado con energía el contratiempo argentino, y una constructora española, FCC, está presente en la Eurocopa de fútbol al haber construido o remodelado cuatro de los estadios en los que se desarrolla la competición en Polonia. La situación del país no abona el optimismo, pero es evidente que España tiene potencialidades que han de permitirle remontar el vuelo una vez que, con el esfuerzo de todos, salgamos del actual atolladero.