El abogado Martín de la Herrán sale de los juzgados jerezanos con varias familias que ya han denunciado. :: LA VOZ
CÁDIZ

Un médico, primer profesional que declarará como imputado

A este facultativo, que trabajaba en la Clínica Santa Isabel de Hungría, se le puede sumar otro colega y una matrona implicados en la investigación de La Línea

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Dos familias de Jerez prestaron ayer declaración en el juzgado de Instrucción nº 3 de la localidad y ante la Fiscalía, donde se investigan sus denuncias sobre el supuesto robo de tres niños, dos de ellos hermanos, nada más nacer. Según informó a la agencia EFE la abogada de una de las familias, el pasado mes de febrero la jueza del nº 3 ordenó citar en calidad de imputado a un facultativo ya jubilado que trabajaba en una clínica de Jerez. Fuentes judiciales explicaron a este medio que esta decisión se ha tomado para preservar todas las garantías procesales de esta persona cuando tenga que prestar declaración.

Las mismas fuentes consultadas añadieron que en las próximas semanas es muy probable que se acuerde lo mismo para otro médico y una matrona que trabajaban en La Línea. En esta ciudad nació la primera investigación judicial de este caso en la provincia. La mayoría de los testimonios coincidían en señalar a los mismos facultativos que habrían participado supuestamente en un tráfico ilícito de neonatos. Hay que recordar que en marzo del año pasado, el ginecólogo Abelardo García Balaguer presentó su dimisión de la ejecutiva del PP en la Línea por «motivos personales». García Balaguer presidía el comité electoral local y al ser señalado por varias familias en sus denuncias se vio obligado a dimitir.

En cuanto al primer sanitario que deberá prestar declaración en calidad de imputado, lo hará en relación a la investigación del juzgado jerezana sobre el supuesto robo de una niña que nació en 1967 en el antiguo Hospital Santa Isabel de Hungría.

El bebé, que ahora tendría 45 años, nació «bien, en un parto sin ningún problema» en el que la madre, que hoy tiene más de ochenta años, la vio «muy grande» y escuchó incluso sus llantos, explicó ayer la abogada de la familia. Sin embargo, a las pocas horas le dijeron que la niña había fallecido y no volvió a ver a su pequeña, que, según le informaron después, fue enterrada en una fosa común del cementerio jerezano a pesar de que la familia tenía un seguro de defunción y disponía en el camposanto jerezano de sus propios nichos. «Todo apunta a que el hospital se hizo cargo del enterramiento porque nadie dio parte al seguro de defunción de la familia».

Aunque «muchas cosas no cuadraban», los padres del bebé visitaron durante años esa fosa común, acompañados muchas veces de otros de sus hijos, que a lo largo de los años escucharon al padre, ya fallecido, contar la historia de aquella hermana que no vivió.

Hace un tiempo, ante sus sospechas, decidieron denunciar los hechos para determinar si el bebé no había muerto y fue dado en adopción irregularmente sin el consentimiento de sus padres tras destaparse otros casos similares. La madre y una de las hermanas de la niña desaparecida relataron ayer todos los detalles ante la jueza instructora.

Dos hermanos perdidos

Los padres de otros dos hermanos que nacieron en el hospital de Jerez en los años 1971 y 1972 y que, según les dijeron en el centro médico entonces, fallecieron poco después de haber nacido, acudido ante la Fiscalía de Jerez para prestar su primera declaración. Será el Ministerio Público quien determine si hay materia para elevar una denuncia ante los juzgados. Su abogado, Martín de la Herrán, aseguró que hay «muchas contradicciones» en la documentación del hospital, tanto del nacimiento de estos hermanos como sobre su fallecimiento.

En el primero de los partos, la madre, que entonces tenía 21 años e iba a dar luz a su primer hijo, recuerda que tras el nacimiento la metieron unas horas «en un cuarto oscuro» que a ella le pareció el cuarto de limpieza y ni siquiera llegó a ver a su bebé, ni vivo ni muerto. Un año después acudió al mismo hospital para dar a luz por segunda vez y recuerda que en aquella ocasión sí llegó a ver a su hijo tras el parto, pero poco después le dijeron que había fallecido. En este caso los dos pequeños fueron enterrados en un nicho del cementerio de Jerez, por lo que el abogado espera que se ordene la exhumación de sus restos para cotejar su ADN.