El colectivo pondrá rejas en la ventana para evitar que vuelvan a entrar. :: ANTONIO VÁZQUEZ
CÁDIZ

«Hemos pasado de tomar café con ratas y cucarachas a la felicidad»

El presidente de Arca afirma que los destrozos en la nueva sede han servido para reforzar la seguridad «y proteger los informes»

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Los destrozos en varias ventanas de la nueva asociación de Alcohólicos Rehabilitados de Cádiz, Arca, han puesto de manifiesto la necesidad de aumentar la seguridad de las nuevas instalaciones. «Fue una pena ver cómo habían roto las ventanas, aunque no había nada que llevarse dentro», asegura el presidente de este colectivo, Alberto Matilla. El Ayuntamiento ya ha colocado varios paneles para evitar que entren personas ajenas a la asociación aunque desde Arca se siguen cuestionando los motivos. «El vandalismo es así, no tiene razones y es una pena que además se tenga que invertir tanto dinero en reparar los daños. La verdad es que la conciencia cívica es bastante deficitaria en la ciudad».

Podía haber sido peor. «Manejamos alrededor de 800 historias clínicas que nos han sido confiadas y tenemos el deber de protegerlas», afirma Matilla. Unas historias donde se cuentan con datos personales todo el proceso que sigue una persona en recuperación «y que deben permanecer en privado». Los miembros de Arca mostraron su preocupación nada más conocer la noticia, aunque «los hemos tranquilizados porque vamos a poner rejas en las ventanas».

A pesar del contratiempo que recibieron, Matilla está orgulloso de las nuevas instalaciones. «Hemos pasado de tomar café con las ratas y las cucarachas a vivir en la felicidad». El presidente de la asociación de alcohólicos en rehabilitación se refiere a los primeros años de vida del colectivo, allá en 1981, y a un local donde se reunían en San Juan de Dios. «Se nos caían los cascotes encima», recuerda. Después pasaron a estar de alquiler en la plaza Asdrúbal y a partir del próximo 21 de febrero esperan asentarse de forma definitiva en el nuevo local, enfrente del instituto Bahía de Cádiz. Las nuevas instalaciones doblan a estas últimas. «De 90 metros cuadrados hemos pasado a 183 metros cuadrados distribuidos en una sala de estar, otra de espera y una tercera para hacer talleres ocupaciones, tres consultas, un despacho y dos cuartos de baño».

Todo para atender a los 7.000 gaditanos que tienen problemas con el alcohol según la dirección general de drogas y asuntos sociales, 60.000 en toda la provincia. En base a este número, Matilla espera poder reunirse pronto con el presidente de la Diputación Provincial para llegar a algún tipo de acuerdo ya que «el 35% de las personas que vienen a Arca son de la Bahía». Para el portavoz del colectivo es algo importante y urgente «porque estamos en número rojos y nos hace falta todo el apoyo posible». Matilla asegura que la única delegación de la Junta de Andalucía que sigue prestando apoyo es la de Bienestar Social que se encarga del mantenimiento. «La crisis nos afecta doblemente, de un lado porque el número de alcohólicos crece de forma proporcional a la situación económica y de otro porque nos recortan las ayudas para sacar adelante los proyecto».