PINCHITO MORUNO

SE LE ROMPIÓ EL AMOR

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Dragados y Construcciones, no sé si se llama ahora así, ni cuál es el reparto accionarial de la empresa (me imagino que a ustedes tampoco les importa mucho), siempre decía que Cádiz, para ellos, era el amor de su vida y que cada vez que conseguían una obra aquí sentían pues prácticamente un orgasmo económico. Cuando consiguieron las obras del segundo puente todos nos pusimos la mar de contentos porque ellos se hicieran con el proyecto porque siempre se les ha tenido por gente seria. Pero a Dragados se le ha roto el amor por Cádiz y ahora sin complejos, el famoso dicho inventado por otro «cariñoso», decidió hace ya bastantes semanas paralizar las obras de construcción del puente argumentando que Fomento no apoquina. No dudo de que Dragados las esté pasando canutas como todos durante la crisis, aunque tampoco dudo de que bien que se llenaron los bolsillos como todas las constructoras cuando fueron tiempos de bonanza. Sólo hay una diferencia, en los buenos tiempos todo se lo llevaron ellos y ahora, cuando toca pagar, pagamos todos. En mi barrio a estas cosas les llaman gran poca vergüenza, pero como yo soy un chico educado y luego mi madre me riñe, no diré este tipo de cosas.

Si tanto amor siente por Cádiz Dragados y teniendo en cuenta la importancia de esta obra para la Bahía, ¿no hubiera sido más elegante seguir con los trabajos, aunque denunciando la situación y no pararlos? De esta manera hacen prácticamente imposible con el retraso acumulado que las obras estén terminadas para el año 2012, la fecha prevista. La cosa es aún más grave si se tiene en cuenta que el puente de La Pepa es claramente el símbolo del Bicentenario y lo único que marchaba sin problemas. Ahora la alcaldesa de Cádiz, viendo votos a la vista, pide a todo el mundo que se mueva en contra del Gobierno, pero para nada cita a la empresa Dragados que, no se olvide nadie, ha sido la que ha parado las obras. Esta sale indemne de todas las críticas, curioso. Tan sólo el alcalde de Puerto Real, José Antonio Barroso, ha hecho declaraciones al respecto.

Martínez quiere liderar ahora un movimiento pidiendo, sólo al Gobierno claro, que se terminen las obras en tiempo. Curioso, porque cuando empezaron las obras la alcaldesa de Cádiz se autoproclamaba (pagando la propaganda nosotros, por cierto) como responsable del puente, cosa completamente incierta y ahora, como a Dragados, también se le acabó el amor y ya la obra, como va mal, nada tiene que ver con ella. La señora Martínez, como siempre, cree que en la Bahía de Cádiz se construye un puente cojo, con una sola pata, en la ciudad de Cádiz, y se olvida de que es un proyecto de toda la Bahía. En caso de que haya que hacer alguna movilización lo lógico es que la lidere el área metropolitana de la Bahía, con todos los alcaldes, los empresarios, sindicatos y todos los representantes de la sociedad y no sólo ella. Así, sin unidad, funcionando sólo según intereses electorales, no iremos nunca a ningún sitio.