El nivel de confianza de los españoles en la política registra mínimos históricos

La corrupción y la crisis económica han deteriorado la confianza de los ciudadanos hacia la política. Según concluye la sexta edición de la Encuesta Social Europea (2011-2012), que se ha realizado simultáneamente en 29 países europeos, en España, de todas las instituciones públicas, únicamente la policía recibe un aprobado (5,8 sobre 10) por parte de la población.

El resto de instituciones públicas, incluido el Parlamento o los partidos políticos, registran la valoración más baja desde 2002, el primer año que se hizo este sondeo, presentado esta mañana por la Universidad Pompeu Pabra de Barcelona, la La Caixa y el CIS. El índice de confianza de los españoles en la política está a la cola de Europa, y en concreto los ciudadanos otorgan un 1,91 sobre 10 a los dirigentes políticos y un 1,88 a los partidos que representan, cuando hace dos años, cuando estábamos en el punto álgido de la crisis, los políticos y los partidos obtenían un 2,7. El Parlamento español se queda en un 3,4, igual que el sistema judicial, el Parlamento europeo les supera en dos décimas y las Naciones Unidas acarician el aprobado con un 4,7. La encuesta no pregunta sobre la Monarquía

La muestra concluye además que los españoles consideran que las alternativas que proponen los partidos políticos no se distinguen claramente entre sí y existe una percepción generalizada de que los distintos gobiernos (locales, autonómicos o el nacional) no toman medidas suficientes para proteger a los ciudadanos de la pobreza o reducir las diferencias en los ingresos. A pesar de la desconfianza creciente en las instituciones, el contexto actual muestra que, poco a poco, cada vez hay más españoles interesados en la política.

Otro de los puntos significativos de la encuesta es que por primera vez desde 2002 los españoles suspenden a su sistema educativo (4,5). Esta cifra es casi un punto inferior a la registrada en 2010 (5,2). La valoración del sistema sanitario español todavía aprueba (5,2) pero su valoración ha bajado más de un punto en los dos últimos años.

La encuesta concluye por último que a pesar de los suspensos generalizados que otorga la ciudadanía el grado de felicidad individual de los españoles es superior a la media europea.