La puesta a punto del coche en verano, imprescindible. / Archivo
MOTOR

El calor, principal enemigo del coche en verano

La mecánica y las ruedas, componentes a proteger ante las altas temperaturas para evitar sustos a última hora

MADRID Actualizado: Guardar
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El calor, el mayor enemigo del coche. Durante los próximos dos meses millones de automovilistas exigirán a su vehículo el máximo rendimiento durante sus viajes y desplazamientos con motivo de las vacaciones de verano. Sin embargo, las mecánicas y los componentes sufrirán el mayor desgaste y fatiga mecánica debida a las altas temperaturas, en la mayoría de los casos peores que la mayor de las heladas.

Lo principal es el motor. Es la mecánica que más sufre el aumento del mercurio. Para ello es conveniente llevar el líquido refrigeran en estado óptimo. Comprobar que funciona el termostato del ventilador. Además, es importante realizar un cambio de aceite antes del gran viaje. Quemar una culata es lo más fácil de lo que se piensa. En caso de que el coche comience a sufrir un aumento de la temperatura, lo mejor es aparcar, esperar que enfríe y, una vez frío, abrir el capó a ver qué ocurre con el sistema de refrigeración.

Las ruedas es otro de los puntos del vehículo que peor lleva el calor. El rozamiento, la alta temperatura del asfalto las llevará al límite para sufrir un reventón. La posibilidad de sufrir un percance de este tipo de se reduce con unas cubiertas en perfecto estado, con la presión correcta y sin bordillazos. Detrás de las ruedas están los frenos. Hoy en día están autoventilados, pero su continuo uso o abuso llevan al temido ‘fading’ o pérdida de eficacia de las pastillas o los ferodos.

El aire acondicionado o el climatizador es el gran aliado de los conductores llegada la canícula. Conviene realizar una revisión periódica de la carga de gas. Será la garantía de que se enfríe el habitáculo lo antes posible. Por cierto, su uso repercute de manera importante en el consumo de carburante. También es buen momento para cambiar el filtro de polen, un componen barato que en muchos coches es muy caro reemplazarlo en un taller.

Por otra parte, el sol impacta directamente sobre el vehículo que, de no aparcarlo a la sombra, sufrirá un deterioro progresivo de la pintura de la chapa, de los plásticos del salpicadero o las tapicerías. Un lavado con una aplicación de cera protectora ayudará a que el sol no arruine el color y que los mosquitos que impactan contra la chapa se puedan limpiar más fácilmente en el próximo lavado. Para los plásticos existen protectores en spray con componentes de silicona y, como no, el siempre útil parasol para colocarlo en el parabrisas.

En el maletero, si es que cabe junto al abultado equipaje que se utiliza en estas fecha, es muy aconsejable llevar una botella con agua o anticongelante –importante: del mismo color que el que utiliza el vehículo-.