«La Reforma de la Administración no invade competencias autonómicas, sólo es una propuesta»

Su aterrizaje como presidente del Gobierno balear no fue suave, pero a José Ramón Bauzá (Madrid, 1970) no le tembló el pulso al enfrentar los dos grandes retos de su mandato: lograr la unidad en una formación marcada por las tensiones internas y recuperar la confianza de los ciudadanos hacia un partido marcado por la corrupción en la anterior legislatura. El primer reto lo mitigó obteniendo en las elecciones de 2011 la mayoría absoluta más amplia lograda en las islas. Para encarar el segundo, eliminó a todos los imputados de sus listas electorales y no duda en condenar los casos de corrupción que han ido proliferando; ya sea a nivel autonómico, nacional o incluso el que afecta a la monarquía que veranea en sus islas, aunque matice que Baleares sabe distinguir entre la Casa Real y Urdangarin.

Dos años después de asumir con mano de hierro el mandato autonómico no se ha pronunciado sin embargo sobre si repetirá como candidato. Prefiere hablar del trabajo del día a día y "pensar en las próximas generaciones,no en las próximas elecciones". Desde más lejos aún observa la política nacional, con la distancia justa que posibilite un binomio eficaz entre la administración autonómica y la estatal. "Solo me veo en Génova o en Moncloa cuando me convoca el Comité Ejecutivo Nacional", asegura.

La próxima cita será la próxima semana, cuando sea convocado el Consejo de Política Fiscal y Financiera en el que el Gobierno presentará a los presidentes autonómicos la Reforma de las Administraciones Públicas, el ambicioso proyecto que aprobó el viernes el Consejo de Ministros y con el que pretende ahorrar 37.700 millones de euros hasta 2015.

- Pregunta: La vicepresidenta del Gobierno asegura que la reforma de la administración pública no tiene sello ideológico ni territorial ¿Qué impresión le ha causado esta reforma?

- Respuesta: El gobierno balear valora positivamente el informe y considera que es una reforma valiente, decidida y muy necesaria. Persigue crear administraciones más modernas, acabar con la duplicidad y los gastos innecesarios y dotar de un mejor servicio al ciudadano. Precisamente los mismos objetivos que nos marcamos cuando comenzó esta legislatura, y que estamos consiguiendo. Baleares está modernizando la Administración y también la hemos adelgazado, al suprimir más de un centenar de empresas públicas -con un ahorro de 311 millones de euros- y una auditoría de recursos humanos en servicios generales para mejorar la eficiencia. Valoramos muy positivamente la oferta de diálogo lanzada por el presidente Rajoy, que en todo momento ha señalado que el informe es una propuesta, y que espera acordarla con todas las Administraciones.

- P: Buena parte del éxito de esta reforma depende de la colaboración de las comunidades autónomas, ¿cree que existe invasión competencial?

- R: No hay invasión competencial porque el informe es una propuesta, y Rajoy y su gobierno han insistido en que intentarán llegar a un acuerdo con todas las comunidades autónomas. El Estado comenzará a adoptar medidas para cumplir el objetivo del déficit presupuestario, pero buscarán consenso con todas las comunidades. Además, es un compromiso con los ciudadanos cumplir con el déficit.

- P: ¿Hay margen en las comunidades para recortar más?

- R: Se puede reducir más la Administración, pero también necesitamos herramientas que nos permitan que esa reducción sea efectiva y no se generen inseguridades jurídicas o límites que la propia administración del Estado no permita afrontar. De lo que se trata es de gestionar como si estuviésemos gestionando nuestros propios recursos, como gestiona una ama de casa o funciona una empresa privada; no hay ninguna diferencia en ese sentido.

- P: El Gobierno ha accedido a fijar un déficit asimétrico en función de las duplicidades, ¿qué sucederá cuando en el consejo de política fiscal y financiera cada uno defienda lo suyo?

- R: El problema es que tenemos un sistema de financiación injusto, opaco, interpretable y no predecible. Ese es el punto de partida. Siempre he defendido que había que afrontar ya una reforma del sistema de financiación y que debería ser consensuada entre todas las comunidades y, una vez entre nosotras se consensuara con el Estado. El punto de partida es ya un modelo que nace viciado y, por lo tanto, hay que abrir ya ese debate y ponerse a trabajar para modificar un sistema de financiación perverso.

- P: Algunos presidentes autonómicos del PP han dicho basta a un pulso soberanista en Cataluña que consideran que solo busca mayor financiación

- R: Si se asfixia a las dos únicas comunidades que son aportadoras netas llegará un momento en que no podremos aportar y si no aportamos nosotras no aportará nadie; ese es el perverso sistema de financiación que permite que unas comunidades se puedan permitir el lujo de bajar los impuestos y otras tan solo podamos pensar en mantener nuestro equilibrio financiero para no seguir aumentando el déficit.

- P: ¿Cómo están afectando los casos de corrupción a su comunidad?

- R: A Baleares no le afecta. Marcamos una línea muy clara y definida cuando asumí la presidencia y basada en dos puntos básicos. El primero, que las personas imputadas y con medidas cautelares abandonaran nuestra formación, así como el compromiso de que no llevaría a ningún imputado en las listas electorales. También marcamos un estricto código ético que se está cumpliendo a rajatabla. Lo lamentable es que la oposición, que podían haberse sumado al cumplimiento de este código, prefirió hacer demagogia y seguir en las trincheras.

- P: ¿La Ley de Transparencia ayudará a marcar pautas comunes contra la corrupción?

- R: Cuanta más transparencia haya, más cerca estaremos del ciudadano. A quienes venimos con vocación de servicio no nos tiene que incomodar la transparencia, sino todo lo contrario: debemos hacerlo en la máxima expresión. Yo he presentado mi declaración de renta del año 2010 y 2011 y una copia de todas las notas registrales de mi patrimonio. No nos tenemos que preocupar por la incomodidad de la transparencia.

- P: ¿Le sorprendió el reproche o la llamada de atención del expresidente Aznar?

- R: Siempre ha querido lo mejor para el Partido Popular y ha expresado lo que considera lo mejor en base a su experiencia y a su conocimiento. Ahora mismo, a quien le toca gestionar los intereses de todos los ciudadanos es a Mariano Rajoy. En cualquier caso, que nadie tenga la menor duda de que tanto uno como el otro quieren lo mejor para España, y sigo pensando que hay que continuar en esta línea de política reformista y liberal que para mí es la base ideológica de nuestra formación política.

- P: ¿Divisa ya, como algunos miembros del Gobierno, la luz al final del túnel?

- R: Nuestro gobierno tiene las cosas muy claras y creo que vamos por el buen camino. Sabemos que queda mucho por hacer pero no podemos obviar todo lo que se ha hecho durante estos años y cuyos resultados ya se puede observar.