Una mujer pintándose las uñas. / Archivo
salud | dermatología

Las uñas, un sistema de alerta

Las manchas que aparecen en esta parte del cuerpo pueden revelar diversas patologías del organismo

MADRID Actualizado: Guardar
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Tienden a ser una de las partes de nuestro cuerpo que menos preocupación genera. La mayoría de los hombres se limitan a cortarlas de modo regular y aunque las mujeres les dedican más cuidados, aplicándoles esmaltes como parte de su proceso de maquillaje, apenas si son consideradas más que como un elemento estético. Sin embargo, las uñas constituyen un sistema de alerta sobre diversas patologías del organismo y de la piel. Por eso es de vital importancia aprender a leer las señales que emiten para poner en marcha cuanto antes los remedios más adecuados.

En algunos casos, la presencia de manchas en las uñas no reviste mayor gravedad. Según resaltan los especialistas en dermatología, éstas pueden ser producto de pequeños microtraumatismos que se presentan cerca de la cutícula y que se derivan de actos que realizamos todos los días. Son el equivalente a un leve golpe que desencadena un pequeño cardenal. En poco tiempo desaparecen sin dejar rastro.

En otras ocasiones, por el contrario, pueden ser producto de patologías como la psoriasis o los eccemas, e incluso consecuencia de problemas más serios como una cirrosis hepática o una insuficiencia renal. En los dos primeros casos, las manchas son longitudinales y de color negro. En el de la insuficiencia renal, son blancas, anchas y transversales. Cuando su presencia es continuada en el tiempo, lo más recomendable es acudir a un médico para que éste ofrezca un diagnóstico sobre su causa, desechando viejas creencias populares sin anclaje en la realidad como la que atribuye su aparición a la falta de calcio.

Psoriasis ungueal

Mención aparte merece la psoriasis ungueal, que provoca no pocos estigmas en algunos de los pacientes que padecen este tipo de enfermedad que se manifiesta en forma de alteraciones en la superficie de la uña, formando depresiones en la misma, como en el color, volviéndolas amarillentas. Dicha patología afecta en mayor grado a las uñas de las manos que a las de los pies debido a que suele presentarse en zonas sometidas al roce, la fricción, la humedad y proclives a los traumatismos.

Lo más aconsejable en estos casos es cortar las uñas en forma cuadrada después de mojarlas cuidadosamente para ablandar la zona. Proceder a un buen limado es otra de las recomendaciones de los especialistas, que subrayan los beneficios que pueden aportar los tratamientos existentes para otro tipo de psoriasis, así como aquellos a base de corticoides y las lacas especiales que incluyen productos derivados de la vitamina D, si bien alertan de que los efectos no podrán calibrarse sino a largo plazo.