velatorio en brasilia

«Niemeyer fue una inspiración para mí»

Numerosas personalidades como el arquitecto Norman Foster lamentan la muerte de "el poeta de las curvas", fallecido ayer a los 104 años

MADRID / RÍO DE JANEIRO Actualizado: Guardar
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Brasil rinde hoy un último homenaje a Oscar Niemeyer, el 'poeta de las curvas' fallecido a los 104 años, en la capital futurista Brasilia que ayudó a diseñar y con la cual revolucionó la arquitectura mundial. La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, ha recibido con honores en el Palacio de Planalto, sede del Ejecutivo, los restos mortales del arquitecto. Rousseff, acompañada por la viuda de Niemeyer, Vera Lucia Cabreira, ha esperado en la parte alta de la rampa que da acceso al palacio que el féretro, cubierto con la bandera de Brasil, fuera llevado a hombros de la guardia fúnebre de la Policia Federal, flanqueada por los Dragones de la Independencia, la guardia de honor de la sede presidencial.

En el protocolo brasileño, la subida de la rampa presidencial está reservada para jefes de Estado. La mandataria ha aplaudido el paso del cortejo en el momento en que los restos de Niemeyer traspasaron el umbral del palacio y fueron depositados en el salón principal.

En un comunicado, Roussef ha señalado que "Brasil ha perdido a uno de sus genios, hoy es día de llorar su muerte, de saludar su vida". "La vida de Niemeyer no puede resumirse en unas cuantas palabras", ha considerado. "Pocos han soñado tan intensamente y han hecho realidad tantas cosas como él", ha sostenido la presidenta del país sudamericano, según la Agencia Brasil. Sobre su carrera profesional, Rousseff ha destacado que Niemeyer "fue un revolucionario, el mentor de una nueva arquitectura, bella, lógica y -como él mismo definía- inventiva". "Con sus sinuosas curvas diseñó ciudades, palacios y ciudades enteras", ha subrayado.

El velatorio ha comenzado a las 16.00 horas (18.00 GMT) en el palacio presidencial de Planalto, una de las grandes obras de este discípulo del arquitecto francés Le Corbusier y donde se encuentra el despacho de la presidenta Dilma Rousseff. Después, su cuerpo embalsamado volverá a ser trasladado a Rio de Janeiro, su ciudad natal, donde Niemeyer, fumador empedernido, falleció el miércoles a raíz de una infección respiratoria, 10 días antes de cumplir 105 años, tras permanecer poco más de un mes internado en un hospital. Esta noche se celebrará un velorio privado para su familia y amigos en el Palacio de la Ciudad de Rio de Janeiro y, el viernes por la mañana, el velatorio será abierto al público. El funeral será el mismo día, en el cementerio de Sao Joao Batista, en Botafogo.

Foster llora al maestro

Numerosas personalidades han lamentado la pérdida de Niemeyer. Entre ellos se encuentra Norman Foster, premio Pritzker 1999, que ha declarado haber "recibido con mucha tristeza la noticia de la muerte", ya que el arquitecto brasileño fue "una inspiración" para él y "para una generación de arquitectos". "Poca gente ha podido estar con sus héroes", ha añadido el arquitecto, que se alegra de "haber tenido la oportunidad de haber estado con él en Río el año pasado".

"Para los arquitectos del Movimiento Moderno (de la Arquitectura), él cuestionó lo aceptado e invirtió la norma de que la forma sigue a la función", ha señalado. "Niemeyer -ha añadido- demostró, en cambio, que, cuando la forma crea belleza, ésta llega a ser funcional y, por tanto, fundamental en la arquitectura". "Pocos arquitectos de los últimos años han sido capaces de reunir un vocabulario vibrante y estructurarlo con un sentido comunicativo brillante y un lenguaje seductor-tectónico", ha señalado el autor de la Torre Cajamadrid.

Foster ha recordado que, cuando era estudiante a principios de los años 60, miraba el trabajo del arquitecto fallecido como "un estímulo, leyendo atentamente los dibujos de cada proyecto". "Cincuenta años después, -ha dicho- su trabajo todavía tiene el poder de sobrecogernos. Su Museo de Arte Contemporáneo de Niterói (Río de Janeiro) es un ejemplo en ese aspecto. Ubicado en un promontorio rocoso con la forma de una exótica planta, el museo rompe la convención yuxtaponiendo arte con una vista panorámica del puerto de Río (de Janeiro)". "Es como si, en su mente, él hubiera hecho añicos el área convencional de la galería (de ese museo) y nos hubiera retado a ver arte y naturaleza como iguales", ha añadido. "Aunque, al final, su arquitectura es el legado máximo. Como hombre, es eternamente joven. Él nos deja una fuente de deleite e inspiración para muchas generaciones venideras", ha concluido.

Activo hasta el final

Visiblemente afectada, la viuda de Niemeyer declaró a las puertas del hospital que "perdí a la persona que más me gustaba en el mundo. Perdí a un amigo, lo perdí todo, va a ser difícil". Vera Lucia Cabreira explicó que no se separó de su marido ni un segundo y que Niemeyer, quien estuvo lúcido hasta la mañana de ayer, quería que continuaran informándole del avance de sus proyectos. Según la viuda, un día antes de fallecer, Niemeyer pidió beber café y comer pastel, una suerte de empanadilla rellena, típica de la gastronomía brasileña. "Lo acompañé un mes en el hospital, vi la mejoría y el empeoramiento. Estaba lúcido, me decía que quería comer pasteles y tomar café. De día me decía 'tengo que irme, el trabajo está atrasado'".

Casada con Niemeyer en 2006, tras una vida entera trabajando como su secretaria, Cabreira señaló que intentará hacer realidad los últimos deseos del arquitecto, entre los que destacó un libro sobre arte. Niemeyer estuvo casado durante 75 años con Anita Baldo, con quien tuvo una hija, Ana María, fallecida en junio pasado a la edad de 82 años. Su primera esposa murió en octubre de 2004 y dos años después, a la edad de 98 años, Niemeyer se casó con Cabreira.

Una de sus nietas, Ana Lucia Niemeyer, dijo que su abuelo fue un símbolo tanto por su obra arquitectónica como por su defensa de la democracia y la justicia social. "Está claro que es un icono. Más allá de la arquitectura está el trabajo que hizo en favor de la democracia y de la justicia social. Creo que eso es tan importante como la obra arquitectónica", dijo su nieta, quien explicó que hasta la semana pasada la familia confiaba en su recuperación.