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Bruyneel, el cómplice y amigo de Armstrong

El ex director del equipo RadioShack tuvo un papel clave, según la USADA, en el sistema de dopaje organizado por el estadounidense

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Cómplice y amigo de Lance Armstrong, Johan Bruyneel tuvo un papel clave, según la Agencia Antidopaje Estadounidense (USADA), en el sistema de dopaje organizado por el siete veces ganador del Tour por lo que se enfrenta al riesgo de una sanción muy dura. El caso ya le ha costado a este belga de 48 años su puesto como director del equipo RadioShack, a la espera de la decisión del Tribunal de Arbitraje de Estados Unidos que debe decidir sobre su futuro.

Bruyneel fue la cabeza visible en los siete Tour de Francia que logró Armstrong (1999-2005), primero con el equipo US Postal y después con el Discovery Channel. "Sólo cuenta ganar", advierte Bruyneel en su autobiografía, publicada en 2008, en una frase que resume el espíritu del exciclista, un hombre clave en la red de Armstrong, y que luego ha intentado mantener el éxito tras la retirada de su protegido.

Antes de convertirse en uno de los actores más influyentes del ciclismo en la pasada década, 'el gran manitour', como le calificó el magazine de L'Equipe, tuvo una carrera deportiva destacada. Bruyneel, flamenco políglota e hijo de un relojero, debutó en 1989 en el modesto equipo SEFB, para luego pasar a formaciones españolas donde se convirtió en un corredor importante.

Bajo la dirección de Manolo Saiz, el gurú del ciclismo español y uno de los implicados en la 'Operación Puerto' (red de dopaje sanguíneo desmantelada en España), ganó dos etapas del Tour de Francia y vistió el 'maillot' de líder una jornada. También ocupó el tercer escalón del podio en la Vuelta de 1995. Tres años más tarde, con 34, decide colgar la bicicleta y estaba ejerciendo de comentarista de televisión en la Vuelta cuando responde positivamente a la petición de Armstrong, ya curado de un cáncer en los testículos, para dirigir el equipo ciclista del US Postal.

El texano, que coincidió con Bruyneel en el pelotón, conoce su capacidad táctica, organizativa, de cálculo y decisión en los momentos oportunos. "Tenía la mente y el corazón de un campeón, pero no el motor", escribiría Bruyneel más tarde en su autobigorafía sobre Armstrong, uno de los campeones del mundo más jóvenes de la historia, acerca de las cualidades necesarias para convertirse en leyenda. Esta cita cobra un significado especial después de la publicación del informe de la USADA en el que se detallan sus prácticas dopantes.

El dúo logra la fórmula mágica y consigue subirse a lo más alto en los Campos Elíseos durante siete años consecutivos con una forma de correr 'maquiavélica' en la que el interés individual guía todos los movimientos, incluyendo la escucha de las órdenes que daban otros directores a sus ciclistas durante las carreras, como recoge el testimonio de un exciclista del equipo.

Ya sin Armstrong, después de su primera retirada en 2005, Bruyneel dirige al español Alberto Contador durante su victoria en el Tour de 2007. La estrella estadounidense regresa en 2008 y se úne al Astana, el equipo kazajo que dirige su antiguo director, pero la convivencia con Contador es complicada y, después de que el español gane otra vez el Tour en 2009 en el que Armstrong terminó tercero, la relación entre los tres se termina.

Bruyneel y su protegido crean entonces el RadioShack, donde el estadounidense disputa sus dos últimas temporadas, 2010 y 2011. Licenciado en márketing, Bruyneel siempre ha tenido interés por los negocios de todo tipo. Ha defendido una financiación diferente de los equipos y una redistribución de los derechos de televisión. "Adopté la mentalidad americana, me volví más ambicioso, más duro, más frío con el ambiente exterior del equipo", admitió un día sobre la filosofía del país que ahora le ha hecho descender a los infiernos.