fútbol | PRIMERA DIVISIÓN

El Barça triunfa entre la locura

Messi anota un nuevo hat-trick en una actuación espectacular

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Hay días en que el fútbol es un deporte muy grande y a la vez extraño. El Barça pudo golear al Deportivo de manera escandalosa y al final acabó pidiendo la hora. Hizo una 'manita', Messi logró un nuevo 'hat-trick', pero los azulgrana recibieron cuatro. Partido bipolar por ambas partes jugado a la vieja usanza, cuando las defensas eran meras comparsas y lo único que valía atacar. Cuando lo único que importaba era mirar el arco contrario y por supuesto meter más goles que el oponente.

El partido arrancó vivo, con un Barça que salió a por todas desde el pitido inicial y con un 'Depor' algo acomplejado, sin saber cómo detener las acometidas del contrario. Alba primero, luego Tello y Messi después, desarbolaron bien pronto a una defensa gallega que era incapaz de interceptar ningún pase interior. En dos o tres pases, a diferencia de su habitual juego que necesita mucha elaboración, el Barça se plantaba en el área pequeña de Aranzubia con excesiva facilidad. Y en un cuarto de hora, los hombres de Tito ya ganaban 0-3, el Deportivo miraba al marcador y se temía lo peor. Con hora y media por delante, la goleada tenía pinta que podía ser de escándalo.

Pero con 0-3, la grada asumiendo la derrota y sin nada que perder, los de Oltra se quitaron los complejos y probaron suerte. La encontraron, porque se dieron cuenta de que en el área contraria ocurría lo mismo que en la suya. Bastaba con asomarse un poco para crear peligro. En un abrir y cerrar de ojos (unos 10 minutos) el Depor le dio emoción al partido y acortó distancias. Fue tras dos errores de Mascherano. El primero, por lanzarse a los pies de Riki y cometer un penalti innecesario, que lanzó Pizzi. Y el segundo, por conceder un saque de esquina, cuando la jugada no revestía ninguna dificultad. Bergantiños recogió el rechace del córner y anotó el segundo de los gallegos. En el 37, el partido empezaba de nuevo. Pero lo hacía con la cartas marcadas: las defensas jugaban a una velocidad y las delanteras a otra superior.

No había color. Messi y Cesc volvieron a asociarse y dejaron el choque casi resuelto poco antes del descanso. Al menos eso parecía, hasta que al minuto de la reanudación, Pizzi limpió las telarañas de la portería de Valdés en un lanzamiento perfecto de libre directo. El Depor volvía a meterse en el partido. Más aún tras la rigurosa expulsión de Mascherano (tuvo que ser echado antes cuando cometió el penalti sobre Riki). Con toda la segunda parte por delante y con 10, el Barça tenía un problema. Había tenido muerto a su rival, le había dado vida en dos ocasiones y quien podía sufrir a partir de entonces era el equipo de Vilanova.

Así que Tito movió el banco. Dio entrada a Adriano para tapar el hueco de Mascherano y Xavi reemplazó a Cesc. 4-4-1, con Messi como único atacante. Tito buscaba tranquilizar el choque. Dormir el partido y evitar las áreas. Para entonces ya nada importaba que el Barça tuviera una defensa de circunstancias:Montoya, Song, Adriano y Alba.

Con 3-4 y con Xavi en el campo, por primera vez en todo el partido, el Barça empezó a contemporizar, a jugar en función del resultado. Tito suele decir que el Barça no sabe jugar a defender, pero a su manera sí es capaz: tocando y tocando y durmiendo la pelota. Oltra se la jugó con Camuñas y Oliveira. Los deportivistas, que no ganan desde la primera jornada del campeonato, querían evitar su cuarta derrota consecutiva. No fueron capaces, en parte por culpa de Messi, que volvió a tener una actuación memorable. Su tercer gol, el quinto de su equipo fue antológico. Recibió cerca del círculo central, se deshizo de todos los que salieron a su paso y cerca del área cruzó sobre la izquierda de Aranzubia. Parecía el broche final al partido. Pero no. El encuentro arrancó loco y acabó loco. Ayoze centró desde la banda, Alba intentó despejar o ceder a Valdés o quién sabe qué quiso hacer, porque el caso es que le salió una vaselina en propia puerta que volvió a dar alas al Depor. Como en ciclismo, los gallegos se dedicaron a hacer la goma durante todo el partido y como los grandes corredores se vieron con opciones en el sprint final. Se quedaron con la miel en los labios. El premio fue para el Barça, que sigue intratable en Liga. Solo ha cedido un punto, el empate ante el Madrid en el Camp Nou.