BALONCESTO

A Londres por California

Pau Gasol se marca los Juegos Olímpicos de Londres como el gran objetivo del año, en su más que posible último servicio a España

MADRID Actualizado: Guardar
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A Pau Gasol se le puede hacer muy larga esta temporada. O muy corta. Todo dependerá, en gran medida, de su gran objetivo del año: los Juegos Olímpicos de Londres. Para el hermano mayor, la cita en la capital británica supone enfrentarse al único reto que aún le queda por cerrar, el oro olímpico, y su más que posible último servicio a España.

El sabor de la plata de Tokio tuvo un regusto agridulce ya que el color argénteo colmaba las expectativas de la mayoría, pero la sensación final de que la ÑBA se quedó a la orilla del mayor éxito de su historia ante la todopoderosa selección estadounidense dejó en un equipo acostumbrado al cajón más alto en todos los torneos la sensación de oportunidad desaprovechada.

Londres marca para la Roja la cota que abrirá el temido cambio generacional. Temido porque el futuro poco más puede ofrecer que lo obtenido en la última década y porque, cuando se han saboreado los menús más selectos en los mejores restaurantes del mundo, una excelente comida sabe a un vulgar menú del día.

Después del torneo olímpico la generación del 80 frenará su velocidad de crucero y se dejará adelantar por nuevos líderes para apurar sus últimos años sin el desgaste de veranos sin descanso y lesiones mal curadas por servir a los intereses nacionales. Superada la treintena, los ‘chicos de oro’ ya han comenzado a analizar al detalle cómo dibujar sus futuros y cómo culminar de la forma más digna posible sus excepcionales trayectorias.

Actuaciones heroicas

Pau es, sin duda, el jugador más importante de esta gloriosa camada, pero también el más castigado por la dureza de una competición que desgasta carreras sin freno. Además, sus heroicas actuaciones con el equipo nacional han supuesto más de un disgusto para su franquicia, ya que en muchas ocasiones ha tenido que iniciar la temporada en condiciones precarias lastrado por las consecuencias físicas de los exigentes torneos internacionales.

Londres es la fecha marcada en rojo por el pívot catalán. Después de la amenaza de quedarse sin jugar por el ‘lockout’ y la incertidumbre ante los constantes rumores de salida de los Lakers -y casi realidades, si el comisionado Stern no hubiera echado atrás la operación-, Gasol es realista y sabe que las posibilidades de sumar otro anillo son escasas en una temporada exprés con un equipo angelino que huele a rancio. Además, bajo la alargada sombra de Kobe Bryant y la nueva eclosión de Bynum –siempre pendiente de sus rodillas de cristal-, la figura del español parece menos importante y sus números se resienten.

Puede ser que el año para los púrpura y oro finalice antes de lo deseado. De hecho, muchos aficionados españoles de los Lakers esperan que así sea si eso ayuda a que Pau llegue a los Juegos en plena forma y protagonice una de las imágenes para la historia que generan las Olimpiadas, la del líder español con el oro colgado de su cuello.