Aumentan a cinco las víctimas del asesino de Lieja

La muerte de una mujer de 75 años que permanecía "clínicamente muerta" en el hospital eleva a cinco el número de víctimas mortales del asesino de Lieja, que el martes pasado sembró el pánico en esta ciudad belga tras atacar con granadas y un fusil de asalto de forma indiscriminada a las personas que esperaban el autobús en distintas marquesinas antes de suicidarse en una céntrica plaza de la ciudad en donde en esta época se instala el Mercado de Navidad.

Las otras víctimas de la masacre son dos jóvenes de 15 y 17 años, un bebé de 17 meses y una mujer de 45 años que trabajaba como empleada de la limpieza y cuyo cuerpo sin vida fue encontrado anoche en una caseta contigua a la vivienda que tenía alquilada el autor de la matanza. La mujer de 75 años ha fallecido esta madrugada, poco después de la medianoche, según han confirmado fuentes del Hospital de la Citadelle, citadas por varios medios belgas.

La fiscal de Lieja, Danièle Reynders, ha precisado en rueda de prensa el martes que la mujer de 75 años, que fue incluida entre las víctimas mortales en un primer momento, permanecía en estado crítico en el hospital pero vivía todavía, al igual que otro joven de 20 años y otro bebé de 23 meses que ciertos medios incluyeron entre las víctimas citando fuentes médicas. Sin embargo, no se descarta que la cifra final de víctimas se eleve en los próximos días, teniendo en cuenta que al menos cinco de los heridos se encuentran en estado crítico en cuidados intensivos. Además, otros 40 heridos han tenido que recibir asistencia psicológica.

Jóvenes estudiantes

La mayoría de los 125 heridos son jóvenes estudiantes que terminaban una jornada de exámenes. Los dos colegios a los que asistían los dos menores asesinados -el Instituto Saint-Barthélémy y el de Saint-Louis- han decidido suspender los exámenes a raíz de la masacre, según ha informado el diario 'La Libre Belgique'. El autor de la matanza, identificado como Nordine Amrani, tenía antecedentes penales y estaba en libertad condicional. Fue condenado por un tribunal de Lieja a 48 meses de cárcel en septiembre de 2008 por poseer cerca de 3.000 plantas de marihuana y a otros 16 meses de prisión por tener una decena de armas pesadas y miles de piezas de este tipo de armamento.

Sin embargo, el tribunal de apelación de la ciudad que llevó su caso no pudo confirmar la condena, en marzo de 2009, por un presunto problema técnico, según explicó este miércoles el fiscal general del Tribunal de Apelación de Lieja, Cédric Visart de Bocarmé, en declaraciones a la agencia Belga. Tras la matanza, el Gobierno belga ha prometido acelerar la introducción de penas más duras para quienes posean ilegalmente armas pesadas, un mayor control a las importaciones ilegales de este tipo de armamento desde Europa del Este, una mayor vigilancia policial y judicial para los presos reincidentes que sean liberados y un endurecimiento de las condiciones para obtener la libertad condicional.