El Congreso prorroga la misión en Libia ante la «ausencia» de una solución inmediata

El Congreso de los Diputados ha aprobado prorrogar dos meses más la presencia de España en la operación internacional en Libia. En concreto, el mantenimiento de la zona de exclusión aérea, ya que el embargo naval de armas ya había sido autorizado por un periodo de tres meses cuando el Parlamento ratificó la misión en marzo pasado.

PP, PNV, CIU y UPyD han dado su respaldo a la ampliación del mandato de la operación, mientras que IU volvió a mostrar su rechazo por el “fracaso” de la intervención militar al no poder acabar con el coronel Muamar al Gadafi, el objetivo inicial que se habían marcado los aliados.

La ministra de Defensa, Carme Chacón, justificó la prórroga porque “no hay un plazo exacto para predecir un claro escenario final”. Con esta perspectiva, Chacón consideró que ante la “ausencia” de una solución inmediata en ese país es necesario el mantenimiento de la zona de exclusión aérea. Una misión clave para continuar debilitando las capacidades militares del régimen de Gadafi y protegiendo a la población civil del territorio ocupado por los rebeldes.

La ministra anunció durante su comparecencia en la Comisión de Defensa que a los objetivos iniciales de la misión, mantenimiento de la zona de exclusión aérea y embargo naval de armas, se le unirá un nuevo cometido: facilitar la intervención humanitaria para ayudar a los refugiados libios. Todo ello con el aval de la ONU y sin suponer “ningún coste añadido ni más medios militares”.

Chacón aseguró que este nuevo cometido no supondrá que los aliados vayan a enviar tropas sobre el terreno, ya que la resolución de la ONU “no lo contempla”. No obstante, aseguró que los militares españoles podrían facilitar corredores humanitarios para llevar ayuda a la población o evacuar a los refugiados. En la actualidad España aporta 500 militares entre el Ejército del Aire y la Armada. Sobre el terreno aporta cuatro aviones de combate F-18, una aeronave de abastecimiento, una fragata de guerra, un avión de vigilancia marítima y un submarino. A estos medios la ministra de Defensa reclamó a los parlamentarios la incorporación de un nuevo avión de reabastecimiento a petición de la OTAN.

Aumento del coste

Chacón añadió que la ampliación de la misión de exclusión aérea tendrá un coste mensual de siete millones de euros, 14 millones en total. Esta cifra sumada a los 25 millones iniciales y a la contribución nacional al presupuesto común de la OTAN (cuatro millones) hace que el coste estimado final sea de unos 43 millones, según afirmó la ministra.

PP, PNV, CIU y UpyD apoyaron la extensión del mandato por el compromiso de España con la comunidad internacional y la OTAN. Hubo matices, sobre todo en lo referente al debate verbal sobre si estamos o no en una guerra, pero al final los partidos apoyaron la solicitud del Gobierno, como ya hicieron en marzo pasado.

Sólo Izquierda Unida manifestó su rechazo por el “fracaso” de la misión. “Creían que con un mes de operación aérea iban a acabar con Gadafi, pero el martillo militar ha fracasado y ahora está usted aquí para reclamar más tiempo”, criticó el diputado Gaspar Llamazares, que denunció que hasta ahora han habido unos 2.000 bombardeos en tierra de los aliados contra objetivos ‘gadafistas’. Un dato que negó el portavoz del PSOE en la comisión, Jesús Cuadrado, y que pasó por alto la ministra Chacón.

Sobre el uso de bombas de racimo españolas por parte de las tropas libias, la ministra defendió que España fue el primer país del mundo en destruir todo el arsenal, según una ley aprobada en 2007 en la que también se prohíbe su venta, y pidió respeto al expresidente José María Aznar por las criticas lanzadas al Gobierno por este asunto.