sucesos | cantabria

Un rumano muere tras disparársele un revólver mientras conducía

El joven se habría puesto a manipular el arma sin darse cuenta de que en la recámara había una bala, tras haber participado la noche anterior en una ruleta rusa

SANTANDER Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Un hombre de nacionalidad rumana murió ayer al mediodía de un disparo a la cabeza, al parecer realizado por él mismo, mientras circulaba por la carretera Nacional 634, entre Gama y Cicero. El coche que conducía, en el que viajaba acompañado de un joven de Laredo, se paró justo a la altura del barrio de Tuebre, de Bárcena de Cicero, en medio de la calzada, porque cuando el conductor falleció, su acompañante accionó el freno de mano para evitar una colisión.

Al lugar de los hechos se desplazaron efectivos de la Policía Judicial de la Guardia Civil, que tomaron muestras del vehículo y, aunque en principio el suceso se trata como muerte accidental, «no se descarta nada», según fuentes del Instituto Armado, que está a la espera del análisis de las pruebas y el resultado de la autopsia del conductor, que se realizará hoy. El copiloto prestó declaración como testigo y quedó en libertad. La jueza de Santoña declaró secreto de sumario.

Fuentes cercanas a la investigación señalan que el joven de Laredo podría haber testificado que el conductor, instantes antes del accidente, le estaba contando que la noche anterior había participado en una sesión de ruleta rusa. Entonces se habría puesto a manipular el revólver sin darse cuenta de que en la recámara había una bala, y disparó.

Vecinos del barrio aseguran haber visto cómo el conductor que viajaba detrás del vehículo del incidente, un Volkswagen Passat de color negro, paró unos metros más adelante para interesarse por los motivos de la brusca frenada. En ese instante, el copiloto, que presentaba cierta cojera e iba con bastón, según las mismas fuentes, se bajó del coche y señaló muy nervioso que el hombre que conducía había manipulado una pistola, que se la acercó a la sien y «se le disparó». «Vi cómo salía cojeando y gesticulaba con los brazos así, y decía, '¡pum-pum!'», comentó Paco, la persona que vive en la casa más cercana al lugar de los hechos y presenció la escena.

«Me acerqué al coche, y estaba el conductor sentado, con el cinturón puesto. Creí que estaba vivo», añadió este vecino, que dice que al instante se acercó un hombre con su tractor y le dijo, «¿no ves que está sangrando? Y luego ya se habló de que se había pegado un tiro».

En escena, un bus escolar

Al rato, la Guardia Civil acudió al lugar y acordonó toda la zona. El cuerpo del fallecido permaneció dentro del coche hasta que la jueza acudió para proceder al levantamiento del cadáver.

Sobre las 14.00 horas paró allí mismo un autobús escolar, y muchos de los niños y sus padres se interesaron por el suceso. El vehículo fue retirado, finalmente, sobre las 15.30 horas, por una grúa que se lo llevó al depósito municipal, situado en unas naves de Santoña. El conductor de este vehículo señaló que cuando acudió a recoger el coche desconocía lo qué había pasado. «Fuí y me lo llevé. Después me enteré de que dentro había muerto una persona, y reparé en la sangre que había en el asiento del conductor».