EL DÍA DESPUÉS. Ricardo fue el centro de todas las miradas durante el entrenamiento de ayer de la selección portuguesa. / REUTERS
PORTUGAL

Ricardo: «Vi en los ojos de los ingleses que la portería encogía»

El guardameta portugués batió ante Inglaterra el récord de penaltis detenidos en un partido de la Copa del Mundo Todo el mundo se rinde a sus pies menos la FIFA, que eligió mejor jugador del partido al inglés Hargreaves

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«Vi en los ojos de los ingleses que la portería encogía». Así describía ayer el guardameta Ricardo las sensaciones que vivió en Gelsenkirchen, donde detuvo tres penaltis a Lampard, Gerrard y Carragher que establecen un récord en la historia de las Copas del Mundo. El portero del Sporting de Lisboa compareció en Marienfeld, donde el equipo de Scolari volvió al trabajo para preparar la semifinal del miércoles contra Francia, para narrar su inmensa felicidad y explicar cómo se gestó un logro ante el que se rinde todo el mundo menos la FIFA, que nombró mejor jugador del partido a Hargreaves.

«Esta vez no se me pasó por la cabeza tirar los guantes. Lo hice en la Eurocopa pero fue algo instintivo. Entonces pensé que tenía que hacer alguna cosa, pero ahora me bastó mirar a los adversarios», explica el portero que hace dos años también certificó la defunción de Inglaterra. Tras un partido y una prórroga épicos que concluyeron con empate (2-2), llegaron los penaltis. Portugal ganó 6-5. Ricardo detuvo uno a Vassel y marcó el decisivo. «Si hubiera sido necesario, también estaba mentalizado para lanzarlo ahora».

Además de esa mirada amenazante a los rivales, Ricardo se fijó en un pequeño pero emotivo detalle que le dio más fuerza a la hora de situarse bajo los palos. «Miré a la grada y vi a un portugués pequeñito, rodeado por centenares de ingleses, que sacaba su bufanda, y en él me concentré», relata un tímido guarda redes que ha desatado el delirio en Portugal.

Durante su extensa conferencia de prensa, Ricardo expuso algunas anécdotas previas al momento decisivo del partido, como las palabras de Figo. «Luis se acercó y me dijo que iba a detener dos penaltis. Paré tres, me fui hacia él, nos abrazamos y le respondí: dos son para ti y uno para mí».

Dios y la familia

'Ricardao' agradeció la proeza a su familia y a Dios. También podría haberlo hecho a Nuestra Señora de Caravaggio, patrona de la Diócesis de Caxias do Sul, de la que Scolari es confeso devoto y a la que el técnico no pierde oportunidad de agradecer la estrella con la que le protege. Nunca podrá olvidar que confió en él en los momentos más bajos y que sufrió muchas presiones para convocar a Vitor Baía. El brasileño le mantuvo incluso cuando Peseiro, quien fuera segundo de Queiroz en el Real Madrid, le marginó un tiempo en el Sporting de Lisboa e incluso le dejó fuera de la lista de convocados.

Aunque el éxito se debe al trabajo y el propio Scolari ha destacado su mejoría y la dedicación que presta junto con Brassard, el preparador de guardametas, y sus compañeros Quim y Paulo Santos,

Ricardo confesó que la suerte es un aliado fundamental. «Es obvio que conocemos un poco de todos los jugadores que pueden lanzar penaltis, pero por muchos videos o partidos que veamos es el momento especial el que decide».

Ahora llega Francia, a juicio del portero luso «un rival muy diferente a Inglaterra. Los británicos nos han dado suerte en los dos últimos campeonatos, pero ahora hay que cambiar de chip y pensar en un adversario muy complicado y experimentado que lo pondrá difícil, pero es batible. A ver si la fortuna nos vuelve a sonreír de nuevo».

El gran héroe portugués, de 30 años y con 54 entorchados internacionales a sus espaldas, también se refirió a su futuro -«no me veo jugando fuera de mi país», dijo- y al de Scolari , del que llegan noticias sobre una posible oferta para reemplazar a Parreira al frente de Brasil, con la que conquistó el Mundial de Japón y Corea. «Sólo sé que en este momento Scolari es el mejor porque es el campeón del mundo. Acredito que los brasileños van a ser hinchas de Portugal a partir de ahora». Palabra del nuevo mito luso.