El jazz llega de la mano de Ronald Baker para deleite de los toledanos

La plaza del Ayuntamiento pudo disfrutar el sábado de la magia y el potente jazz que trajo Ronald Baker, uno de los grandes músicos que con un bebop melódico y una potente voz demostró que este género, cuna de grandes maestros, sigue vigente para deleite de las cientos de personas que aplaudieron cada una de las piezas que interpretó esta agrupación, compuesta por Baker (trompeta y voz), Toni Solá (saxo tenor), Gerard Nieto (piano), Ignaci González (contrabajo) y Xavi Hinojosa (batería).

El quinteto del artista norteamericano, afincado en Francia, permitió disfrutar de piezas de jazz que recordaban a grandes como George Benson. Con su potente voz y su trompeta el artista llegó a Toledo para conquistar al público que supo agradecer esta lección de jazz e improvisaciones.

No en vano a Baker le comparan con otros grandes como Al Jarreau, Eddie Jefferson, aderezado con una simpatía que logró conectar con todos los asistentes.

Discípulo de Donald Byrd, J.J. Johnson, George Cables y John Faddis, el músico norteamericano, que posee una voz de raíces profundas, llena de matices, se acompañó de su inseparable trompeta provocando un ambiente íntimo y calido que supo trasladar al «honorable» a lugares en donde el jazz es y será la música por excelencia y el sello de generaciones que aún perduran en nuestro recuerdo. Sin dudas, el mejor concierto de este XVIII Festival de Jazz «Ciudad de Toledo».

El certamen se ha cerrado este domingo con una de las futuras promesas musicales y considerada como «la nueva gran voz del violín jazz», la artista norteamericana de origen coreano Maureen Choi, que llega a la Ciudad Imperial con su último disco «Ida y Vuelta». Un viaje inspirado por todas las músicas. Desde los ecos del flamenco a los sones cubanos, Choi recupera con cada una de sus canciones el mestizaje que une el sur y el norte. Un buen cierre para un festival, que a pesar del reducido presupuesto, ha conseguido traer a grandes representantes del jazz.

Un festival referente

Si hay algo que ha destacado en esta edición es la variedad de estilos y de música. El festival se abrió el pasado miércoles con Andreas Pittwit, que tuvo que trasladar su escenario al Teatro de Rojas, debido a la lluvia. Y el artista muniqués no defraudó. En su recital se pudo escuchar música del Renacimiento, de Bach, de flamenco con tenues piezas de jazz. El alemán conquisto al público que acudió al coliseo toledano para disfrutar y conocer a este gran artista que consiguió con su sencillez y simpatía, llevarse los mejores aplausos de todos los asistentes.

Además de Prittwitz, por la plaza del Ayuntamiento han desfilado, con una muy buena acogida de público, la nueva generación del jazz representada por Marco Mezquida y la cantante Celeste Alía, un grupo que supo llevar al público a descubrir piezas de jazz y de pop en uno de los recitales más emotivos.