ANÁLISIS

Mega Drive Mini: un acierto para rememorar el pasado

La empresa nipona lanza, al igual que hiciera Nintendo, un dispositivo de una enorme calidad, tanto en su diseño como en los 42 videojuegos que alberga

Detalle de la nueva consola homenaje J.M.S.

Rodrigo Alonso

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Lo retro está de moda , especialmente si hablamos de videojuegos. Nintendo lo dejó claro hace unos años, cuando lanzó las versiones mini de sus clásicas NES y Súper Nintendo , que tuvieron un éxito increíble. Por entonces, ya resultaba evidente que solo era cuestión de tiempo que Sega, la gran rival de la firma de Kioto en los noventa, se animase también a crear un sistema de esas características. El resultado ha sido la Sega Mega Drive Mini , que llegará a las tiendas el próximo 4 de octubre.

A pesar de que lleva desde principios de siglo alejada del hadware, Sega sigue contando con miles de seguidores que se iniciaron en este mundillo con sus videojuegos y sus sistemas. La tecnológica era consciente de que para crear un producto como este, que recrea la consola más importante de su historia, hacía falta dedicación y mimo. Nada de precipitarse lanzando una carcasa bonita con un puñado de juegos aleatorios. Todo lo contrario.

Un diseño muy cuidado

La Mega Drive Mini ha sido cuidada hasta el más mínimo detalle . Al igual que el resto de sistemas clásicos, tiene unas dimensiones bastante reducidas, tanto que cabe en la palma de la mano. Sin embargo, los dos mandos que vienen en la caja junto a la consola tienen exactamente la misma forma y tamaño que los de la Mega Drive de toda la vida. Algo que los hace bastante más ergonómicos que los de la competencia. El diseño del dispositivo resulta, a su vez, ideal. Sega ha realizado un calco casi perfecto de su 16 bits. Incluso el interruptor de encendido con el que cuenta la máquina es funcional, a diferencia de otras. Lo único que se echa en falta en este apartado es la ranura para los cascos de tipo jack con la que contaba la Mega Drive de los noventa.

La Mega Drive Mini ABC

El proceso de instalación del dispositivo resulta bastante sencillo. Únicamente es necesario conectar a la consola y a la televisión un cable HDMI y otro USB , que va a la toma de corriente. Lo que no incluye es un enchufe , como viene siendo habitual, por desgracia, en este tipo de dispositivos. El usuario tendrá que echar mano de alguno que tenga suelto por casa o comprarlo a parte. En lo que respecta a la emulación de los videojuegos, también es bastante buena. En las horas que ABC ha pasado jugando a la consola no ha encontrado fallo alguno. Los títulos corren a la perfección y el sonido también es de mucha calidad. La nipona también ha añadido en la interfaz, que es bastante simple, una escueta explicación sobre el argumento de cada uno de los 42 videojuegos que alberga la mini, así como algún que otro detalle interesante respecto a su lanzamiento y acogida.

Selección de juegos

Cuando Mega Drive fue lanzada en 1988 en Japón, Nintendo era el incuestionable rival a batir. La NES había sido todo un bombazo, por lo que Sega tenía un duro camino por delante si quería que su flamante consola se convirtiese en la favorita del público. En lugar de convertirse en una burda copia de la competencia, se afanó por que su sistema proyectase una imagen gamberra . Algo a lo que ayudó un catálogo en el que brillaban especialmente títulos del género «yo contra el barrio», como los « Streets of Rage » y « Golden Axe », o de acción y «run and gun», como « Shinobi III » o « Gouls 'n Ghosts ».

La selección de los 42 títulos que alberga la mini en su interior ha sido, de nuevo, impecable. Sega, al contrario que otras compañías, es consciente de que no todo vale, por lo que ha seleccionado los videojuegos con mucho cuidado. Entre estos se encuentran joyas creadas por la propia Sega, como «Shining Force», «Space Harrier II», «Virtua Fighter II» o «Sonic The Hedgehog». Pero también otros grandes títulos de desarrolladoras externas, como «Street Fighter II: Champion Edition» (Capcom) y «Castlevania New Generation» (Konami).

Ninguno de los nombres que aparecen en el catálogo de la mini de Sega desentona. Siempre hubiese sido posible añadir alguno más, porque Mega Drive tuvo juegos buenos para aburrir, pero 42 títulos preinstalados es un número más que aceptable. Muy por encima de los 21 que podemos encontrar en la Súper Nintendo Classic Mini, de los 30 que alberga la NES Classic Mini y de los 20 que almacena la PlayStation Classic de Sony.

¿Merece la pena?

La Mega Drive Mini está pulida hasta el extremo (tanto en diseño como en materiales) y cuenta con unos juegos sobresalientes. Para un jugador de toda la vida, que creció jugando a esta consola, se trata de una oportunidad inmejorable para recordar viejos tiempos y volver a pasarlo bomba . Lo mismo ocurre en el caso de un «gamer» más joven que tenga curiosidad por descubrir una de las mejores consolas de la historia. Aunque, eso sí, es importante comprender que sus juegos no tienen nada que ver con los actuales, dejando a un lado alguna que otra propuesta independiente tipo « Celeste ».

Los títulos que alberga el nuevo dispositivo son, en su mayoría, en 2D, muy pixelados y tienen un grado de dificultad elevadísimo . Tanto que pueden llegar a desesperar a un usuario que no tenga del todo claro a lo que se enfrenta. Para aquellos que no estén seguros de sacarle todo el partido, y cuenten con un sistema de la actual generación, lo ideal es que traten de probar antes el «Sega Mega Drive Classics». Un videojuego que está disponible para todas las plataformas (PS4, Xbox One, PC y Switch) y que cuenta con 50 títulos clásicos de Sega; muchos de los cuales se pueden encontrar también en la Mega Drive Mini.

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