Avenida Ciudad de Barcelona, llegando a la estación de Atocha
Avenida Ciudad de Barcelona, llegando a la estación de Atocha - J.G.S

«Trabajo con el coche, ¿qué hago? ¿me compro uno con matrícula par y otro impar?»

Por primera vez en la historia se tomaban en España decisiones de este calibre. Se aplicó el escenario 3 del protocolo de medidas por episodios de alta contaminación por dióxido de nitrógeno que prohíbe a los vehículos con matrícula par circular en el interior de la M-30. Indignación entre los conductores

MADRID Actualizado: Guardar
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«Soy autónomo y necesito el coche todos los días para trabajar. ¿Qué hago? ¿Me compro un coche con matrícula par y otra impar?».

Félix se lamentaba desde su coche con matrícula par, por lo que procuró no entrar en la M-30, las medidas tomadas este jueves por el Ayuntamiento de Madrid.

Por primera vez en la historia se tomaban en España decisiones de este calibre. Se aplicó el conocido como « escenario 3» del protocolo de medidas por episodios de alta contaminación por dióxido de nitrógeno que prohíbe a los vehículos con matrícula par circular en el interior de la M-30. A esta medida se suman las contempladas en el escenario dos, que obligan a los vehículos a circular a 70 km/h en la M-30 y prohíbe el estacionamiento en la zona del SER en su horario habitual, entre las 9 y las 21 horas.

Pero no fueron los conductores con matrícula par los únicos que lamentaron estas medidas. La ausencia de vehículos era evidente y pese a que facilitaba la conducción y también la circulación para los propios peatones, hasta los taxistas, supuestos beneficiados, lamentaron la medida. «Sí hemos ganado más dinero pero no compensa, la gente estaba cabreada y ante cualquier decisión que tomaba y no les gusta

ba, montaban en cólera», contaba Alfonso. Para este taxista, la medida «no sirve nada». Se preguntaba cómo podía reducirse la contaminación si hay tantos autobuses circulando. «Así no sirve, hay que hacer otras cosas, como aparacamientos disuasorios, pero no esto». Alfonso se hizo eco de los problemas que tuvieron sus pasajeros, por ejemplo, un grupo de obreros que tuvo que trasladarse a las 5 de la mañana a llevar una herramienta al centro de Madrid.

Por su parte, Fuencisla esperaba con indginación a sus amigas en el metro de Legazpi. «Tuvieron que dejar el coche y por eso las espero aquí. Me parece mal lo que han hecho porque quita movilidad a la gente», afirmó sin ocultar su enfado.

Para los no residentes en Madrid, también fue un día de pesadilla. En el hotel Reina Victoria del centro se produjeron dos incidentes. «Un empresario que vino de Getafe el miércoles alquiló un coche con matrícula par y tuvo que dejarlo en el aparcamiento. Cogió un taxi para ir a trabajar», cuentan en el hotel. También tuvieron problemas dos turistas que alquilaron un coche y se marcharon igual pese a la prohibición de circular. «Se llevaron una factura del hotel por si les servía de justificante, pero dudo que funcione», lamentaban en el hotel.

Enfrente, en el hotel NH Collection Madrid Palacio de Tepa tuvieron más suerte. «No hubo problemas, tenemos una parada de taxis al lado y se ha usado sin complicaciones. Suele haber más caos un día de lluvia o cuando hay alguna feria en Madrid como Ifema», explicaba Ángela.

Otros turistas, que esperaban la llegada del tren en Atocha admitieron no haber tenido problemas. «Nos enteramos de la noticia pero no teníamos pensado alquilar un coche», explica Roberto, recién llegado de Buenos Aires.

Una pareja venida desde más cerca, Sevilla, se mostró algo más reticente: «A nosotros no nos ha afectado pero creemos que tendrían que evaluar los casos, ¿qué pasa con la gente que tiene que ir al hospital?», comentaba Ángel.

Según explica el Ayuntamiento, en caso de acudir para consultas se recomienda el transporte púbico, el vehículo eléctrico o hacerlo a pie. Sin embargo, no descartan la sanción si se usa el coche par aún siendo por extrema necesidad, pero dan la opción de presentar un justificante.

Según explica a ABC un médico de un centro de salud, «lo de hoy fue como cuando juega la selección. El caso urgente va, el que puede evitarlo, se queda en casa». Toñi, de un centro de salud cercano a Pacífico, explicaba que la afluencia de pacientes fue la habitual, en parte porque siempre acude gente del barrio. En otro centro cercano, coincidían: «Las personas mayores que vienen usan el transporte público porque son dos o tres paradas, así que la medida no les afectó».

«No creo que sirva»

No por los mayores que van al centro de salud, sino por todos los que tenían que llegar a sus puestos de trabajo, quienes sí notaron un aumento notable de gente fueron los conductores de autobuses de la EMT: «Se notó muchísimo durante toda la mañana y además, es un placer conducir así», comentaba Ángel mientras recorría el Paseo de las Delicias. «A estas horas (14.00) esto es un caos y ahora no hay nadie». Ángel sí reparó en la gente que tenía que hacer repartos. «Se lo habrán pasado mal, pero todo lo que sirva para ayudar a reducir la contaminación...», concluía.

En las estaciones de Metro también se apreció un aumento, pero no significativo. En Sol, por ejemplo, admitían su incapacidad para determinar si hubo una mayor o menor afluencia por tratarse de una estación muy concurrida y más en estas fechas. Algo parecido sucedía en Atocha. Allí, las opiniones de los madrileños, eran encontradas: «Tengo que coger el tren para currar todos los días pero supongo que si me tocara hacerlo en coche me molestaría», admitía José. «Llevos muchos años en Madrid y siempre se han hecho cortes puntuales pero no creo que sirva, en todo caso, si quieren resolver algo, que fomenten el transporte público», zanjaba Irene. De opinión contraria era Teodoro y Conchi: «Me parece genial, es más, deberían cortar mucho más», concluía sonriente. «Pero tienen que reforzar el transporte público», opinaba su mujer.

Opiniones encontradas había entre los comercios. Algunos bares del centro sí reconocían haber visto mermada la clientela. «Se notó por la mañana», aseguraba una camarera del bar «La Paz». Menos cambios respecto a otros días notaron en el mítico «El Diamante» de Atocha: «Ha sido igual, no ha habido diferencias», aseguraba José.

Los motociclistas, probablemente, lo más contentos. «Nunca tengo problemas con la moto pero es evidente que se ha circulado mucho mejor» asegura Javier. «Me parece bien la medida pero que no les restrinjan el tráfico a las motos», bromeaba por su parte Miguel, aparcado en Antón Martín. «Usaría el transporte público si no la tuviera. Está bien el corte de tráfico, habría que hacerlo más».

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