El Obispado de Lérida exige a catequistas y voluntarios que traten con niños el «certificado antipederastia»

Sacerdotes, religiosos y laicos que trabajan para el Obispado de Lérida deberán acreditar a partir de ahora que no tienen antecedentes penales por pederastia. Así lo prevé un decreto publicado el pasado lunes por el obispo Salvador Giménez Valls, en virtud del cual el prelado insta a «todas las parroquias, comunidades y delegaciones de su obispado a que obtengan un Certificado Negativo del Registro Central de Delincuentes Sexuales de todos los profesionales o voluntarios que realicen tareas pastorales en contacto con niños o jóvenes (preveres, religiosos y laicos)».

Fuentes del obispado explicaron ayer a ABC que prevén tener toda la documentación recopilada a finales de septiembre para enviarla al Ministero de Interior, que «deberá expender, en última instancia, la acreditación».

Las mismas fuentes precisaron que la medida se toma para ajustarse a la Ley 26/2015 de protección a la infancia y a la adolescencia, que contempla requerir este certificado a todos aquellos profesionales (médicos, profesores, monitores...) que mantengan contacto con menores.

Según ha podido saber este diario, dos obispados consultaron hace unas semanas a la Conferencia Episcopal Española si la ley 20/2015 les afectaba y la respuesta fue afirmativa. Otras diócesis están preparando medidas similares para adaptarse a la normativa. «Lo pueden hacer a través de un decreto o también con un correo interno», precisaron fuentes religiosas.