EE.UU. dice ahora que quizá no necesite a Apple para desbloquear el teléfono

Todo estaba previsto para que ayer se vieran las caras los abogados del estado del Departamento de Justicia con el equipo legal de Apple y otros letrados de la industria tecnológica y organizaciones de derechos civiles. Era una comparecencia ante el juez clave en la batalla entre el gigante de Cupertino y el FBI sobre el requerimiento a Apple para que cree un «software» que desbloquee el teléfono de uno de los terroristas del ataque de San Bernardino (California) del año pasado. La tecnológica -y muchos de los gigantes del sector le apoyan- se niega porque supondría un riesgo en el futuro a la seguridad de sus dispositivos.

Sin embargo, la vista -de la que ha estado pendiente todo el sector tecnológico en las últimas semanas- se pospuso ayer a petición del Departamento de Justicia.

En un giro inesperado de los acontecimiento, las autoridades anunciaron el lunes que creían tener un método, obtenido por un tercero, para desbloquear el teléfono del terrorista. Lo hicieron un documento enviado al juzgado de California que trata el caso y aseguraban que «debería eliminar la necesidad de asistencia por parte de Apple» y que deberían estar en condiciones de presentar un informe sobre la eficacia del método el próximo 5 de abril. Poco después, la juez del caso, Sheri Pym, concedió el aplazamiento de la vista.

La noticia fue recibida con sorpresa, ya que el Gobierno había insistido en muchas ocasiones -tanto en documentos presentados ante la justicia como en la comparecencia del director del FBI, James Comey, ante el Congreso del pasado 1 de marzo- que la única manera de desbloquear el teléfono era con la ayuda de Apple.

Si la eficacia del método de desbloqueo se demuestra, todo apunta a que eso no será el final de la batalla, sino su aplazamiento: Apple trabajará para la mejora de la seguridad de sus teléfonos y las autoridades volverán a requerir el acceso en otros casos. «Esto solo solo retrasará la inevitable lucha sobre si el Gobierno puede obligar a Apple a romper la seguridad de sus dispositivos», aseguró a «The New York Times» Alex Abdo, abogado de la American Civil Liberties Union.

Apple aseguró que desconocía quién era el tercero que había proporcionado ese método al FBI para desbloquear el teléfono, pero que exigiría esa información para mejorar sus sistemas de seguridad.