La almohada es nuestra gran aliada para dormir bien
La almohada es nuestra gran aliada para dormir bien - fotolia

Dormir de lado y con las piernas recogidas evita dolores cervicales

El nivel de firmeza es la clave de una buena almuhada, según los expertos

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Nos pasamos la tercera parte de nuestra vida durmiendo. Durante ese tiempo, nuestro cuerpo recarga la energía necesaria para afrontar el día a día. Pero para conseguir un buen sueño no basta con cerrar los ojos, también se necesita un lugar sin ruidos, disponer de un colchón que se adapte a nuestro cuerpo... y una buena almohada. Dormir con almohada alivia los dolores de espalda, previene posturas incorrectas de cervicales y ayuda a descansar mejor.

Sin embargo, no todas las almohadas valen para las mismas personas. Dependiendo de la postura que adoptes al echarte en la cama, servirá mejor una u otra. Si eres como el 65% de la población, preferirás dormir de lado, la más recomendable, seguida de acostarse boca arriba.

« Nunca se debe dormir boca abajo –afirma la doctora Susana García del Instituto Madrileño de Traumatología–porque supone adoptar una postura no fisiológica para la columna que genera dolores y problemas de espalda». Por todo esto, es aconsejable utilizar una almohada individual y no doble que debería renovarse por una nueva cada dos o tres años.

El cuello, recto

La doctora recomienda que, si dormimos de lado, la almohada debe ser fina y no muy alta. En esa postura, lo mejor para el cuerpo es mantener la cadera, piernas y rodillas algo flexionadas, en posición fetal. También es muy importante mantener el cuello recto y que la cabeza no caiga hacia el hombro con el que se apoye la persona al dormir.

Independientemente de la postura, Susana García recomienda que la almohada tenga una «ligera firmeza» para no sufrir problemas en las cervicales, contracturas musculares en el cuello o dolores de cabeza. Si la persona sufre algún tipo de patología, lo mejor es que establezca un tratamiento personalizado con su traumatólogo, quien determinará cuál es su mejor almohada.

Las almohadas pueden estar hechas de tres materiales diferentes: látex, fibra o viscoelástica. La fibra es un material cómodo y con gran capacidad de recuperación. La viscoelástica destaca por su adaptabilidad. Es el material perfecto para las personas que tengan mayor sensibilidad en la zona cervical o que necesiten mantener una posición terapéutica al dormir. Por último, el látex es menos adaptable que las viscolásticas, pero tiene una textura suave, además de una buena ventilación.

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