El Papa habla con el obispo de David, el hispano-panameño José Luis Lacunza Maestrojuán
El Papa habla con el obispo de David, el hispano-panameño José Luis Lacunza Maestrojuán - EFE

El Papa fija la «absoluta transparencia» como objetivo de la reforma de la Curia

Invita a los 160 cardenales reunidos en Roma a «expresarse con valentía»

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En su discurso de saludo a los 160 cardenales reunidos en Roma, el Papa Francisco manifestó que el objetivo de la reforma de la Curia vaticana es lograr «la absoluta transparencia que edifica la auténtica sinodalidad y la colegialidad». Igual que hizo el pasado mes de octubre al comienzo del Sínodo de la Familia, el Papa invito a todos los participantes a «expresarse con valentía».

A lo largo del jueves y viernes, los 160 cardenales, entre los que se cuentan ya los que recibirán la birreta este sábado -como el arzobispo de Valladolid, Ricardo Blázquez-, debatirán la marcha y los objetivos finales de la reforma, presentados ante el pleno por el hondureño Óscar Rodríguez Maradiaga, coordinador de la Comisión de Nueve Cardenales

-llamada coloquialmente C-9- que lleva trabajando ya casi dos años.

Los cardenales recibieron también una memoria que agrupa por temas la gran cantidad de propuestas de reformas concretas reunidas por el C-9, pero que no es un borrador de la futura Constitución apostólica.

El proceso de reforma tendrá como «guinda» en el 2016 ese texto jurídico-canónico que recapitulará los cambios ya realizados –la Comisión de Nueve Cardenales, la secretaría y el consejo de Economía, la Pontificia Comisión de Protección de Menores, etc.– más el trabajo todavía pendiente: refundir los 12 consejos pontificios en dos nuevas congregaciones y, probablemente, una secretaría.

En su discurso de saludo, el Papa invitó a los 160 cardenales a darse cuenta de que «la reforma no es un fin en sí misma, sino un medio para dar un fuerte testimonio cristiano, favorecer una evangelización más eficaz, promover un espíritu ecuménico más fecundo y favorecer un dialogo constructivo con todos».

Se trata de lograr una Curia vaticana que funcione más por objetivos que por competencias celosamente defendidas, hasta el punto de que un buen número de los treinta departamentos apenas informan al resto.

El Papa dejó muy claro que «la meta es favorecer una mayor armonía en el trabajo de los departamentos y oficinas, para realizar una mayor colaboración en la absoluta transparencia que edifica al autentica sinodalidad y colegialidad».

Un «miniconcilio» permanente

La palabra «sinodalidad» se refiere a contar con todos los obispos del mundo, como se hace ya de modo habitual en el Sínodo de Obispos, una especia de «miniconcilio» permanente.

A su vez, la «colegialidad» pretende dejar atrás los personalismos y la tendencia de algunos jefes a tomar decisiones sin haber informado y escuchado previamente a otros departamentos interesados en la materia de que se trate. En todo caso, la rebaja del número total de departamentos desde una treintena a una veintena resolverá parte del problema.

El trabajo de debate terminará el viernes por la tarde. El sábado por la mañana, el Papa impondrá la birreta a los quince nuevos cardenales electores y a los cinco nuevos cardenales octogenarios que no participan ni en el Cónclave ni en cargos de gobierno. El encuentro terminará el domingo con una misa concelebrada por el Papa y todo el colegio cardenalicio.

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