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Cómo sobrevivir a la cena de empresa esta Navidad - FOTOLIA

Descubre cómo sobrevivir a la cena de empresa esta Navidad

El secreto está en actuar siempre con sentido común y autocontrol; en saber que es una celebración, pero sin llegar a olvidar que no estás del todo fuera de la oficina

Madrid Actualizado: Guardar
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Se acerca la Navidad y las reservas para las cenas de empresa se multiplican en bares y restaurantes. Sabes que la tuya está al caer hasta que, un buen día, te anuncian su fecha. Te lo tomarás con más o menos filosofía en función de la relación y nivel de confianza que tengas con tus compañeros, con tus jefes o con tus empleados. Aunque lo más seguro es que en un primer momento te preguntes si ir o no ir. Son muchos los trabajadores que, más tarde, se arrepienten de su comportamiento en este tipo de eventos. La comida y la bebida, el contexto festivo, el ambiente relajado: son factores que se dan en toda reunión y que influyen de forma directa en el comportamiento.

El secreto está en actuar siempre con sentido común y autocontrol; en saber que es una celebración, un momento de distensión que debes disfrutar, pero sin llegar a olvidar que no estás del todo fuera de la oficina. Mientras sepas que puedes cumplir con esta premisa, siempre será positivo que acudas. Las cenas de empresa son una oportunidad para fortalecer la relación con tus compañeros y jefes e, incluso, para entablar contacto con personas con las que normalmente no coincides con demasiada facilidad. Bien utilizada, se trata de una oportunidad para estrechar vínculos a nivel de personal y para hacer al grupo más fuerte. Sin embargo, es lógico que ahora, que un año más te enfrentas a una cena de empresa, tu cabeza esté hecha un mar de dudas.

Duda uno: la ropa

Lo mejor es tener en cuenta que, aunque no sea una jornada de trabajo, tampoco se trata de una boda. Considerando siempre el lugar en que se va a celebrar la cena, lo más recomendable es que vistas discreto, sin estridencias, pero un poco más arreglado de lo usual.

Duda dos: comida y bebida ¿mejor quedarse corto?

Nada más llegar, la mesa se irá llenando de cantidades ingentes de comida y alcohol... mucho alcohol. Come cuanto necesites, aunque si hay platos compartidos, no seas avaricioso, ten vista y piensa que los demás no querrán encontrarse con el plato vacío sin casi haber probado bocado. Es cuestión de sentido común. En cuanto a la bebida, puedes tomar alcohol, pero como todo, en su justa medida.

Duda tres: temas de conversación

Como reza un dicho popular, «en la mesa no se habla de política ni de religión», tampoco con personas que acabes de conocer y con las que todavía no haya confianza. Y, por supuesto, no es aconsejable hacerlo en una cena de empresa. Lo más recomendable es que lo evites. De todos modos, en el caso de que lo hagas, lo mejor es que sea desde el respeto y sin poner demasiado énfasis en lo que dices. No conoces la ideología y la creencia de quienes te rodean y puedes herir la sensibilidad de la persona menos indicada.

Se puede hablar de trabajo, aunque quizás no sea esa la mejor forma de desconectar. Conversaciones superficiales en torno a este tema pueden resultar distraídas y, en cierta medida, enriquecedoras. Sin embargo, tampoco es recomendable profundizar demasiado. Para hablar de ascensos, subidas de sueldo o cambios en la organización ya está la oficina, con un ambiente estructurado que transmite más seriedad. El lugar donde se deben tratar estos temas.

Los chismes y los cotilleos tampoco deben convertirse en el tema estrella de la noche, Corren como la pólvora y pueden acabar trayendo resultados no deseados en el futuro.

Otros consejos

Organízate bien antes de la cena y sal de casa con bastante tiempo de antelación por si surge algún imprevisto. El objetivo es ser puntual, llegar justo a la hora acordada.

Sé amable y no digas nada de lo que te puedas arrepentir más tarde. Como es natural, tenderás a acercarte a aquellos con los que ya te lleves bien en las horas de trabajo. Sin embargo, está bien que des una oportunidad a aquellos que conoces menos. Es uno de los objetivos de este tipo de eventos. Sin embargo, si hay alguien con quien tu relación no sea demasiado buena, lo mejor es mantener las distancias y, si la conversación se hace inevitable, que el trato sea cordial. Recuerda que volverás a ver a esa persona muy a menudo. Hay que intentar divertirse y que el ambiente sea bueno, relajado.

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