«Los días que vendrán»: Un rodaje de nueve meses para toda una vida

Maria Rodríguez y David Verdaguer aprovechan su embarazo real para filmar un emotivo drama

Escena de Los días que vendrán, con Vir (María Rodríguez) y Lluís (David Verdaguer) eligiendo nombre para su futura niña
Fernando Muñoz

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Si los nueves meses de embarazo son una odisea para cualquier pareja primeriza, añadirle la aventura de un rodaje entre medias puede convertir la experiencia en un viaje directo a la locura. Pese a todo, David Verdaguer y Maria Rodríguez, pareja de padres primerizos pero veteranos actores, han salido indemnes de un proyecto que culminó con el nacimiento de su primogénita ante la cámara de Carlos Marques-Marcet. «Lo viví con ilusión y con ganas. Sí, fue una locura, pero una locura bonita de la que estamos muy agradecidos», cuenta María acompañada de David. «Vivimos dos embarazos, uno muy bonito y otro, el de la película, que no fue tan fácil», replica él.

En realidad, lo único real durante el rodaje fue la barriga de Maria. Porque tenían claro que «Los días que vendrán» distaba mucho de ser un documental. Por eso se dieron nombres diferentes, Virginia y Lluís, y una vida bastante alejada de su situación real. No hay drama ni grandes conflictos, sino la realidad de una pareja en la treintena que lleva un año viviendo juntos y que, sin esperarlo, se quedan embarazados. Dudas, temores, esperanza, miedo... Y al final, el amor de Zoe, la pequeña que llega al mundo.

La idea de rodar el embarazo llegó durante la anterior colaboración entre David Verdaguer y Carlos Marques-Marcet, «Tierra firme», cuando hablaron de filmar el embarazo de Maria. Era casi más un chascarrillo que algo serio. Pero se pusieron a ello. Empezaron grabando los fines de semana, improvisando mientras daban forma a los personajes. Pero la broma crecía tanto como la barriga, y con la llegada de las guionistas Coral Cruz y Clara Roquet al proyecto, «La buena espera» pasó de ser la comedia que el trío de amigos había imaginado al drama realista de «Los días que vendrán».

Entre tanto, llegó Lupe. O Zoe, como se llama en la película, porque también le dieron un nombre diferente en la ficción. Una decisión que casi aboca a la locura a la pareja protagonista. «A mí, discutir o llorar con María [en el plató] no me afecta porque no nos lo llevamos a casa. A mí lo que me preocupaba era llamar a mi hija por un nombre que no iba a ser. Ahí me entraba paranoia porque la llamaba Zoe, luego en casa Lupe... Le hablábamos en catalán, luego en castellano... ¡Qué pensaría ella dentro de la barriga!», cuenta entre carcajadas la pareja.

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Los días que vendrán

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Puede sonar original, incluso radical, que alguien decida hacer una película en mitad de su embarazo. Pero para Maria Rodríguez no era algo nuevo. Ella lo vivió incluso antes de nacer. Sus padres, allá por 1986, se rodearon de amigos y con una cámara de súper 8 filmaron el embarazo y el parto. Aquella cinta casera se ve en «Los días que vendrán» a través de los ojos llenos de lágrimas de la propia Maria, que se dejó filmar por Carlos Marques-Marcet viendo su nacimiento justo después de dar a luz a Lupe. Un viaje en el tiempo que funciona al mismo tiempo como espejo, con escenas del vídeo familiar que se replican al milímetro en la actual película y la llena de emoción y sensibilidad. «Es una locura verme viéndome nacer», explica Maria. «Ese vídeo lo veo desde que tengo cinco años, desde que mi madre, que es profesora, lo puso en clase. Sentía una especie de orgullo y vergüenza ajena que no te puedes ni imaginar. Cuando empecé a rodar no dije nada porque no sabía si lo quería dar. Cuando ví cómo fue el proceso de creación se lo dije a Carlos porque yo lo quería ver antes de dar a luz. Lo vimos y Carlos se volvió loco, y con eso en juego la película se fue a otra dimensión», desgrana la intérprete, que se muestra más pudorosa que sus progenitores. «Lupe la podrá ver dentro de unos cuantos años, cuando entienda que somos nosotros pero con unos personajes... Cuando discierna realidad de ficción, que no es fácil. Es un regalo muy bonito», presume María, al tiempo que David aventura el futuro: «La madre de Maria se reunió con amigos y grabaron el parto, como una gran familia, algo muy hippie. Nosotros embarazados hemos hecho una película... Ella no sé qué hará… Igual nos demanda», cuenta entre risas.

Mientras, Lupe Verdaguer Rodríguez podrá presumir de que el filme que protagonizó antes incluso de nacer ganó el premio de mejor película en el Festival de Málaga. Y quién sabe si, con el ejemplo de sus padres, decide cumplir el sueño del director de hacer un «Boyhood». «Hasta que Lupe no cumpla 14 años, nada, pero ojalá pudiera hacer algo como Linklater, ya me gustaría», remata el director.

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