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Rice y Straw viajan por sorpresa a Irak para presionar en la formación del nuevo Gobierno

La responsable de Exteriores calificó de «asunto urgente» crear un Ejecutivo de unidad nacional

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La secretaria de Estado de Estados Unidos, Condoleezza Rice, y su colega británico, Jack Straw, llegaron ayer por sorpresa a Bagdad en un esfuerzo sin precedentes para hacer que los iraquíes formen Gobierno tras tres meses de disputas políticas. La formación de un Ejecutivo de unidad nacional «es ahora un asunto urgente», dijo Rice nada más aterrizar en la capital. Los dos políticos occidentales se reunieron con el presidente, Yalal Talabani, y con el primer ministro en funciones, Ibrahim Al Yafari.

Durante su encuentro con el primer mandatario iraquí, tanto Rice como Straw alabaron los esfuerzos presidenciales por intentar conciliar a los distintos bloques en estos tres meses en los que se ha negociado la complicada formación del nuevo Gobierno. Por su parte, Talabani contó a los dos enviados occidentales los detalles del proceso político y los progresos alcanzados para que el Ejecutivo «sea aceptado por todos los iraquíes».

Los jefes de las diplomacias estadounidense y británica conversaron después con Al Yafari, que se ha convertido en el escollo principal para la formación del Gobierno. Durante su encuentro, el controvertido dirigente planteó a sus interlocutores «la evolución del proceso político y los obstáculos que éste afronta». Según dijeron testigos de ambas reuniones, Rice aparentaba estar incómoda durante su reunión con Al Yafari, mientras que las imágenes de televisión la mostraron sonriente y relajada en su conversación con Talabani.

Los titulares de Exteriores de Washington y Londres llegaron a Bagdad a primera hora, procedentes de la capital británica, en lo que de inmediato fue visto en Bagdad como un intento de presionar a los políticos iraquíes para que superen sus diferencias y formen un Gobierno de unidad nacional que evite la guerra civil.

Sin citar ningún nombre en concreto, una portavoz británica del Foreing Office señaló que el viaje tenía como objeto «enviar un mensaje enérgico a los dirigentes iraquíes para formar un Gobierno de unidad nacional que garantice la seguridad y reconstruya el país».

Alternativa a Al Yafari

«Esta visita conjunta refleja hasta qué punto los dos países están interesados en ver un Gobierno en Irak en un futuro próximo», dijo la portavoz al servicio árabe de la BBC en una entrevista emitida en Bagdad justo antes de la llegada de los dos enviados. El jefe del Gobierno en funciones, líder del partido chií Dawa (Llamada Islámica) ha sido acusado de permitir, cuando no fomentar, el clima de odio sectario que se vive en Irak, y en concreto de tolerar la existencia de 'escuadrones de la muerte' de policías chiíes, responsables de la muerte de cientos de suníes a sangre fría.

Al Yafari se resiste a renunciar a ser propuesto para el cargo, pero aun en el caso de que abandone, no se ve ningún otro nombre que pudiera cosechar el apoyo unánime de la clase política iraquí para encabezar el gobierno en los próximos cuatro años. Mientras se producía la visita de Rice y Straw la violencia no se detuvo. Al menos cinco civiles, entre ellos tres niños, murieron en Ramadi en un intercambio de fuego entre las tropas estadounidenses y un grupo de hombres armados.

En otro atentado, seis personas perdieron la vida al explotar una bomba en el sur de Bagdad, mientras que otras dos lo fueron por disparos de las tropas estadounidenses en una región al sureste de Kirkuk. Cuatro personas más fallecieron en la provincia de Salah el Din y otros tantos soldados de Estados Unidos corrieron la misma suerte en tres operaciones separadas. La policía iraquí también informó del descubrimiento de unos 40 cadáveres en varios barrios de la capital bagdadí, víctimas de asesinatos sectarios.

Por otra parte, el jordano Abú Musab al Zarqawi ha sido relevado como líder político de la insurgencia por haber cometido «demasiados» errores, pero continuará en la lucha militar, según afirmó el hijo de Abdalá Azzam, ex mentor de Bin Laden. Así el iraquí Abdalá ben Rached al Baghdadi le sustituirá.