OPINIÓN

Patrimonio en peligro

Uno de cada cuatro niños ha desaparecido en Cádiz en la última década; un auténtico ‘secuestro’ demográfico

Uno de cada cuatro niños ha desaparecido en Cádiz en la última década. Un ‘ secuestro’ demográfico . El informe traduce en cifras la sensación sobre la que se envuelve la capital. La ciudad envejece y se queda sin el futuro; esos críos, ... esos jóvenes, adolescentes, los adultos del mañana. Sus vecinos de la Bahía, San Fernando, El Puerto y Chiclana, ya le superan en la base de la pirámide poblacional pese a contar con menor número de habitantes. Porque no es sólo un descenso de natalidad, sino un éxodo constante de esas parejas que acarrean con sus hijos para formar una familia más allá de Cortadura.

Porque aquí, ni hay trabajo ni hay vivienda. Y si lo hay, precario el primero y cara la segunda. Un desequilibrio inasumible. Así que continúa la inercia, un tanto silenciosa, no de caudal grueso sino de goteo constante, por la que se va desangrando la Cádiz reconocida para transformarse en algo distinto.

Porque lo que sí proliferan son pisos turísticos, de alquiler vacacional, especialmente en el centro y en Extramuros de cara a la playa. Los visitantes entran por tierra y mar a la misma velocidad que los jóvenes más brillantes, los que logran las mejores calificaciones en Selectividad, se marchan para encontrar un horizonte más favorable. Es como una puerta giratoria. Esos turistas consumen, representan el maná de la hostelería, ingresan dinero y beneficio a una tierra que desliza su alfombra bajo sus pies ante tanta carestía. Llenan mesas de restaurantes y chiringuitos, y plazas hoteleras, pero no las escolares, de ahí que empiecen a sobrar plazas en los colegios y las aulas. Entonces sobran maestros, auxiliares educativos, secretarios, limpiadores, monitores, bedeles... sobran gaditanos.

Todos han de tener cabida. Sólo una mente reduccionista puede culpar al turismo de todos los males, el mismo cerebro empequeñecido que busca el negocio con el guiri a toda costa. Es necesario el equilibrio entre oportunidades laborales y coste de una vivienda, entre los pisos para vivir y los pisos para vacacionar. Un proyecto de luces largas y mirada a medio-largo plazo, que proteja a las familias, que procure el bienestar propio y no sólo el ajeno. El riesgo que provoca la tendencia actual es que esto se convierta en un parque temático.

Sevilla tiene la Giralda. Córdoba, la Mezquita. Granada, la Alhambra. Y Cádiz, su gente. Su principal patrimonio está en peligro y las consecuencias pueden ser terroríficas, porque a esos turistas no les gusta visitar ciudades sin alma.

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