Un Cádiz de futuro para creérselo

Cuando se piensa en la Bahía de Cádiz y en el mercado laboral lo primero que se viene a la cabeza es siempre el paro, la falta de oportunidades y la emigración de cientos, miles de gaditanos en busca de un futuro que se les negaba aquí. Y no le falta razón a quien piense de esa manera pero también es verdad que hay otra cara, la de quienes ante la adversidad se crecieron y buscaron seguir avanzando. Tal es el caso de Navantia, que está conociendo una nueva edad dorada merced a la reparación de cruceros, los mismos que han sido un gran revulsivo para el muelle de Cádiz y para su industria turística, en especial fuera de la temporada alta.

Así, estos grandes buques, asociados al ocio y al disfrute, son una de las principales fuentes de empleo de la Bahía. Y eso, no puede negarse, también genera disfrute, en especial para los que pensaban que no podían volver a engancharse al tren del trabajo en el sector del metal. Y no es para menos. Al impacto que tiene en el empleo directo e indirecto hay que sumar el gasto de los trabajadores externos que acuden a apoyar la reforma de estos buques. Se estima que hasta nueve millones de euros deja en la Bahía la reparación de cada crucero, en buena parte, por los 20 euros diarios que, de media, gastan estos operarios.

Por supuesto que para poder desarrollar actividades de este calibre es imprescindible la colaboración de las entidades privadas y, sobre todo, de la administración pública. En este sentido, hay que darle un tirón de orejas a la Junta de Andalucía por su falta de concreción en los presupuestos para la provincia de Cádiz, una situación de la que ayer se hizo eco el propio Partido Popular. Y es que los parlamentarios andaluces, con una buena dosis de sorna, le espetaron a Junta en pleno ‘Halloween’ que los suyos eran unos presupuestos «fantasma», que desaparecían después de ser presentados. Sin ir tan lejos, sí es verdad que se hace necesario que se establezcan partidas claras para ayudar directamente a las empresas que quieren generar empleo donde otros ven obstáculos. Eso sí, también es importante que el dinero se pierda por el camino, como ha pasado en demasiadas ocasiones en la Bahía.