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El renting de coches, la alternativa a la compra de un vehículo que gana interés entre los particulares
Los datos correspondientes al año 2020 en cuanto a renting de vehículos fueron positivos. Así lo confirmó el pasado mes de enero la Asociación Española de Renting de Vehículos (AER) , que en su balance anual señaló que los vehículos gestionados mediante esta modalidad ascendió a un total de 743.388 unidades , un 4,46% más que en 2019.
A su vez, el número de clientes creció en un 15,77%, alcanzando los 221.936 registros . Sirvan estos datos para contraponerlos a los más recientes del mes de agosto, periodo en el que se ha producido una bajada importante frente a 2020 y 2019 en ese mes.
Datos al margen, crece la idea entre la población de que el renting de coches es una práctica segura, cómoda y muy recomendable. Hasta hace un tiempo, este contrato para adquirir un coche era una opción prácticamente exclusiva entre autónomos y empresas, pero desde hace un tiempo los particulares también han mostrado mucho interés, y una muestra de ello es el crecimiento de empresas como Vamos .
¿En qué consiste el renting de coches?
El renting es una modalidad de aprovechamiento de un vehículo en el que se firma un contrato de alquiler a largo plazo entre un arrendador (el propietario del vehículo) y un arrendatario (la parte que va a hacer uso del vehículo).
El arrendatario se compromete a pagar una cuota fija mensual por un plazo establecido de tiempo y un kilometraje determinado . Pero en esta cuota se incluyen servicios adicionales al uso del vehículo: mantenimientos, seguros, cambio de neumáticos, vehículo de sustitución, reparación de averías.
La parte arrendataria puede ser una empresa, un trabajador autónomo o un particular. Hasta hace unos años, quienes hacían uso mayoritario de esta fórmula eran empresas y autónomos , pero los particulares están mostrando cada vez más interés en el renting.
Para las empresas y autónomos el renting supone un importante ahorro económico, pues no han de tener flota de vehículos en propiedad y, una vez termina el contrato, pueden renovar la flota con otros vehículos.
¿Qué lleva a los particulares a interesarse por esta modalidad?
La fórmula del alquiler de vehículos a largo plazo es una opción que gana muchos enteros entre los particulares. Ya lo hacía previo a la llegada del coronavirus, pero la pandemia y la situación socioeconómica derivada de la misma ha impulsado el fenómeno.
Muchos españoles se ven ante la imposibilidad de hacer frente al desembolso que supone adquirir un coche en propiedad, pues esto implica tener que aportar un gasto inicial muy elevado en concepto de entrada.
Por otra parte, también hay que tener en cuenta las nuevas restricciones a la movilidad y medidas que se están imponiendo por parte de las administraciones, con un acceso cada vez más privativo a las ciudades de los vehículos propulsados mediante combustibles fósiles .
El escenario cambiante a nivel de regulación, no se sabe qué nueva normativa se aprobará en el futuro a corto y medio plazo con respecto a la movilidad rodada motorizada, lleva a los usuarios a tener dudas sobre adquirir vehículos en propiedad.
Con el renting, ese obstáculo está salvado , pues las empresas cuentan con vehículos adaptados a normativa y, una vez que se ponga fin al contrato de alquiler, la renovación puede ser con un nuevo vehículo más evolucionado tecnológicamente.
Un cambio de comportamiento en los usuarios al que las empresas de renting toman el testigo
Este interés creciente por parte de los particulares en el renting también ha generado cambios en las empresas de renting. Estas han introducido vehículos más adaptados a las necesidades de este sector de la clientela: coches que sean compactos, de bajo consumo, fáciles de aparcar y de conducción cómoda.
No obstante, también hay quien busca otros formatos, como los SUVs. En este caso, el renting parece una buena opción frente a la compra directa porque son vehículos de mayor consumo. En este sentido, empresas como Vamos son un ejemplo de crecimiento en la flota y en el propio equipo de profesionales.
Un segundo aspecto que hace crecer el interés de los particulares por la fórmula del renting es la de los contratos. Mientras que entre autónomos y empresas la opción más habitual va de 36 a 48 meses, es decir, de tres a cuatro año de duración; los particulares se decantan más por tiempos más cortos, de ocho a 12 meses.
Finalmente, no hay que olvidar la cuestión de la comodidad. Para un usuario particular, alquilar un coche mediante este formato es sinónimo de cubrir todos los gastos vinculados a su vehículo en una sola cuota , despreocupándose del pago del seguro, el mantenimiento, las revisiones de la ITV o los impuestos de circulación, entre otros.
Empresas y autónomos siguen siendo los grandes clientes de las empresas de renting, pero los particulares se suman cada vez más a esta fórmula. Para las empresas del sector, aumentar su cartera de clientes les lleva a incrementar su flota de vehículos y mejorar sus requisitos de entrada , lo que se traduce en un mayor crecimiento del movimiento. En definitiva, se produce un círculo de retroalimentación positiva en el que todos los actores salen ganando.
