Los ecologistas alemanes paralizan la construcción de la primera fábrica de Tesla en Europa

La empresa invertirá 4.000 millones en una gigafactoría que tendrá la misma cantidad de producción, medio millón de vehículos al año, que su nueva planta en Shanghái

Rosalía Sánchez.

El anuncio de Tesla sobre la inminente construcción de una fábrica en Grünheide, en la región de Brandeburgo, a media hora de Berlín, hizo sonar a finales de año las alarmas en el muy castigado sector automovilístico alemán. Significaba la situación de la competencia en el corazón de Alemania. Pero de momento el proyecto no despega. Y es debido a la resistencia de las automovilísticas alemanas, impotentes ante la llegada de la pionera americana, sino a sus tradicionalmente peores enemigos, los ecologistas.

Las primeras protestas obligaron a los responsables de Tesla en Alemania a declarar que protegerían la fauna de la zona, a la que además de pájaros, pequeños mamíferos y murciélagos pertenece una asombrosa colonia de hormigas. El gigante estadounidense , en una carrera contrarreloj para intentar cumplir plazos, comenzó a desenterrar cuidadosamente la red de hormigueros con ayuda de “palas y pequeñas excavadoras”, con el objetivo de reubicarlas en otro paraje de las mismas características geológicas y climáticas.. Tesla se comprometió además a establecer 400 nuevos nidos de pájaro en la región antes del mes de marzo, cuando la población estacional de aves suele regresar a Brandemburgo para anidar.

Las críticas continuaron entonces por el hecho de que no había previstas medidas concretas para proteger a los murciélagos, que también en ese mes abandonan su hibernación y empezar a copular. La Unión Alemana para la Conservación de la Naturaleza y la Biodiversidad (NABU) advirtió el mes pasado que no sería fácil desplazar a los murciélagos, mientras la parte de las obras que sí había empezado debió para su actividad para que las autoridades desactivaran siete bombas de la II Guerra Mundial que fueron halladas en la excavación de los cimientos de la futura fábrica.

Los ecologistas estaban preocupados por la presión de los plazos, temían que no se llevasen a cabo con suficiente minuciosidad las acciones de preservación de la fauna, por lo que llevaron a los tribunales a la que será la primera factoría en Europa de la compañía de vehículos eléctricos , de manera que un tribunal alemán ha detenido la tala de un bosque cercano. El tribunal administrativo superior de Berlín-Brandeburgo ha emitido un mandato temporal contra la tala, anulando un fallo del tribunal inferior que había rechazado la solicitud del grupo ecologista local Gruene Liga Brandenburg.

La tala, y con ella las obras, ha quedado paralizada cautelarmente, hasta que el tribunal tome una decisión sobre esta queja en los "próximos días". Tesla y el Gobierno de Brandeburgo tienen hasta el mediodía del martes para responder al tribunal y cumplirán con ese plazo, según ha señalado en Twitter el ministro de Economía de Brandeburgo, Joerg Steinbach, quien ha añadido que "confía" en la rápida decisión de la corte.

Si Tesla no limpia el bosque a mediados de marzo, antes de que comience el periodo de reproducción de las especies silvestres, la construcción podría retrasarse entre seis y nueve meses , hasta que los animales hayan concluido su proceso de apareamiento. Esta decisión judicial, por tanto, amenaza seriamente el calendario de Tesla, cuyo objetivo era tener la factoría en funcionamiento a mediados de 2021 , produciendo hasta 500.000 coches al año y empleando a 12.000 personas.

Tesla ya ha talado el equivalente de unos 150 campos de fútbol de bosque y ha retirado l a mayor parte de las municiones de la Segunda Guerra Mundial que había en el terreno. Las estipulaciones ambientales del proyecto incluyen todavía reubicar a los lobos, los murciélagos, las serpientes y las lagartijas, hasta que finalice la construcción.

La empresa invertirá 4.000 millones en una gigafactoría que tendrá la misma cantidad de producción, medio millón de vehículos al año , que su nueva planta en Shanghái , superando con creces la cantidad total de vehículos que la compañía suministró al mercado mundial el año pasado (367.500 unidades). Los modelos de los coches eléctricos que saldrán desde la planta de Grünheide serán los Model 3 e Y, además de las baterías para hogares. Está previsto que en una primera fase la cuarta gigafactoría de Musk en el mundo emplee entre 3.000 y 4.000 trabajadores, creando aún más puestos de trabajo indirectos.

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