MERCEDES-BENZ GLC 200 COUPÉ

GLC, un SUV que se comporta como una berlina

´Hemos probado la versión de gasolina GLC 200 de 197 CV, potencia que es más que suficiente para mover este vehículo con agilidad en todo tipo de carreteras, desde las más rápidas -autovías y autopistas- a las más lentas -caminos de tierra y arena-

M. Trigueros Rodríguez​

Circular a bordo del nuevo Mercedes-Benz GLC 200 Coupé significa convertirse en el protagonista. Un protagonismo que se acrecienta en los trazados urbanos, donde os peatones se paran y se giran a mirar al verlo pasar. A ello ayuda las líneas deportivas propias de los acabados coupé, que convierten a este SUV del segmento C en un vehículo más cercano a una berlina que a un todocamino al uso.

La gama de motores del GLC Coupé es muy completa. Está compuesta por dos propulsores de gasolina (GLC 200, de 197 CV, y GLC 300, de 258 CV) y tres diésel (GLC 200 d, de 163 CV; 220 d, de 194 CV; y 300 d, de 245 CV), todos ellos de cuatro cilindros y 2,0 litros de cilindrada.

Hemos probado la versión de gasolina GLC 200 de 197 CV, potencia que es más que suficiente para mover este vehículo con agilidad en todo tipo de carreteras, desde las más rápidas -autovías y autopistas- a las más lentas -caminos de tierra y arena-, como pudimos comprobar en un trayecto de cerca de 800 kilómetros entre Madrid y Santander. Un comportamiento estupendo al que ayuda el selector de modos de conducción, con cinco programas distintos: Comfort, Eco, Sport, Sport+ e Individual . Jugando con estas opciones de conducción se puede sacar todo el rendimiento al coche, según las necesidades de cada momento.

El GLC 200 Coupé luce en el parabrisas la etiqueta ECO de la DGT gracias a la microhibridación que logra gracias a un pequeño motor eléctrico de 13,6 CV que trabaja como motor de arranque y como generador. En momentos puntuales también puede asistir al motor de combustión, pero no está pensado para impulsar el vehículo por sí solo como sí lo hace un sistema híbrido convencional. El cambio automático tiene unas transiciones muy suaves, con nueve marchas, que permite optimizar al máximo las transiciones sin elevadas revoluciones.

En el salpicadero destacan sus dos pantallas: una de 12,3 pulgadas para la instrumentación y otra en el centro de 10,25 pulgadas para controlar las distintas funciones del sistema multimedia. Este último es el denominado MBUX que estrenó el nuevo Clase A y se puede manejar de cinco modos distintos: mediante toques en la pantalla correspondiente, mediante comandos de voz, mediante una superficie táctil que hay entre los dos asientos delanteros, mediante una serie de botones y superficies táctiles que hay en el volante o mediante gestos.

Algunos de los sistemas de seguridad que ayudan, y mucho, a la conducción del GLC Coupé son el programador de velocidad activo, que es capaz de ajustar la marcha de manera automática al llegar a una retención ; y el asistente de dirección activo «tiene capacidad para dirigir el coche hacia el lateral del carril y así crear un corredor de rescate». También es novedad un asistente de aparcamiento automático y un sistema de advertencia al salir del vehículo que emite señales acústicas y visuales si el conductor o los ocupantes abren una puerta cuando se aproxima otro vehículo o un ciclista.

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