Recorremos Marruecos en una Honda Africa Twin: una aventura cercana

Este modelo estándar, equipada con ruedas de tacos, es la montrua ideal para ponerla a prueba en los duros trazados de las pistas marroquís

José Manuel Pérez lago

Viajar a Marruecos en moto se ha convertido en uno de los objetivos de los poseedores de motos trail, un segmento que no para de crecer y que dirige sus ojos al país vecino por sus grandes posibilidades de aventura y diversión. Nosotros pudimos disfrutar de unos días en el sur de Marruecos gracias a Honda , en una versión reducida del Morocco Epic Tour, una aventura que la marca organiza para los clientes de Africa Twin , donde se ponen a prueba pilotos y monturas.

Nuestro grupo voló vía Fez hasta Errachidia y desde allí en todo terrenos al Hotel Kasbah Xaluca en Erfoud, donde ya se respiraba ambiente «aventurero» . Tras una noche de nervios pensando en lo que nos esperaba, comienza el día en el parking del hotel, nos espera una flota de flamantes Honda Africa Twin modelo 2020 equipadas con ruedas de tacos, en versión estándar y Sports Adventure, con cambio manual y DCT, una moto ideal para los kilómetros de pista (nos esperan casi 200) que tenemos por delante.

Tras un corto tramo de carretera pisamos tierra en dirección a la famosa Cárcel Portuguesa, una curiosa formación rocosa de forma circular con unas maravillosas vistas desde un mirador en su parte superior. Sobrecoge la inmensidad del desierto, la variedad de colores y terrenos, destacando las desafiantes dunas al fondo. Son unos primeros kilómetros por pista dura, con mucho polvo y piedra suelta . Es imprescindible llevar la moto bien configurada al terreno, desconectando el control de tracción y el ABS trasero.

Tras las fotos de rigor, recorremos unos 40 kilómetros de pistas hasta las impresionantes Fogaras de Jorf, unos ingeniosos túneles de riego excavados en el siglo 11 y que discurren bajo el desierto más de 70 km. A estas alturas de la ruta ya hemos tenido ocasión de cruzar alguna lengua de arena blanda y la verdad es que, aunque se sepa la teoría sobre cómo hacerlo, en la práctica no es tan sencillo. Se necesita decisión y mucho gas para no caer. De momento me voy librando de «conocer de cerca» la arena marroquí.

Sobrecoge la inmensidad del desierto, la variedad de colores y terrenos, destacando las desafiantes dunas al fondo

De nuevo un tramo de enlace por asfalto y pasamos de las «hamadas» a cruzar algún «oued» de arena. Por un pequeño puerto de montaña de suelo roto y pedregoso cruzamos las estribaciones del jebel Erfoud. Se agradece la posición de conducción y el nuevo asiento más estrecho de la nueva Africa Twin, que permite llegar al suelo más fácilmente , pues en algún tramo toca «remar» para no atascarse. Nos quedan 22 kilómetros hasta la zona de yacimientos de fósiles de Adrar Tchrafine, donde disfrutamos de una reparadora comida en un sencillo entorno beréber. Otros 45 kilómetros cruzando Merzane y Tisserdermine por amplios tramos arenosos y llegamos, ya oscureciendo, al campamento de jaimas donde haríamos noche.

Al estar ya en zona de dunas la entrada era arena blanda ,y con el cansancio acumulado fue inevitable la primera caída: mi bautismo de arena. Además una pierna se queda debajo de la moto y debo esperar ayuda para levantarme. Miro alrededor y se ven estelas de arena y motores al máximo que demuestran que no he sido el único en atascarse. Divertido pero agotador .

Amanece frío el día a 4 bajo cero, pero enseguida entramos en calor. La arena seguía allí, pero ya le voy cogiendo el truco y no me atasco . Bordeando las dunas del Erg Chebi, llegamos hasta las minas de plomo abandonadas de Mfis. Siguiendo el cauce del oued Debboua por un valle de acacias formado por el Jebel Debboua y Rich Znaigui, tomamos dirección oeste para subir al mirador del Rich Znaigui situado a 804 metros. Grandiosas vistas: al norte Erg Chebi, al sur Erg Znaigui, al este la frontera argelina y los picos del Jebel Beg’a y al oeste el secarral del Oued Ziz. La pista es ahora de arena pero bien pisada y se puede aprovechar el buen agarre de los tacos y el potente motor de la Africa Twin.

Estamos cerca ya de Mersouga donde termina nuestra aventura africana. Ya en el hotel y tras una reparadora ducha, reflexiono sobre lo que acabo de vivir. Ni un sólo problema con las motos, sorprenden las capacidades «endureras» de las Africa Twin, una moto ideal para este tipo de viajes. Marruecos ha sido todo un descubrimiento, con paisajes increíbles, gentes hospitalarias y exquisita gastronomía local . Todo son facilidades y las posibilidades de diversión son casi infinitas. Un parque de atracciones para las motos trail al que sin duda volveré.

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