Mercamadrid, listo para la Navidad

El tránsito de gente, furgonetas y camiones es frenético estos días en Mercamadrid, sobre todo en las áreas del pescado y la carne. Para este próximo lunes se espera que la fiesta se anime aún más y estas instalaciones se conviertan en un hervidero de comerciantes, sobre todo minoristas especializados, para adquirir los productos que acabarán en las cenas navideñas. De noviembre a diciembre se venden 8.500 toneladas de más.

A las tres de la mañana comienza la hora punta en la zona del pescado. A las siete de la mañana está casi todo vendido. Hasta al director de esta institución –desde febrero de 2014–, José Ignacio Arranz, se extraña de la rapidez con la que se acaba la provisión con la visita de este diario.

A Manolo ya no le queda pulpo, uno de los productos estrella en estas fechas junto a los langostinos, las almejas y el mejillón o el besugo, un pez muy reclamado durante todo el año por los madrileños, pero aún más estos días.

Precios duplicados

Explica Juan Ramón Blanco, presidente de los mayoristas de pescado, que este año los precios de la mercancía son «sensiblemente inferiores» a los del año pasado. Pese a ello, como marca la tradición y la ley de la oferta y la demanda, el kilo de los productos ya cuestan casi el doble a lo que valían hace unas semanas.

Un ejemplo claro es la langosta nacional, que el viernes pasado estaba a 90 euros el kilo en uno de los puestos, mientras que su precio habitual suele ser 50 euros. O las nécoras, que hace dos semanas costaban a 14 euros el kilo y ahora a 32. Se salta la norma que impone el mercado este año la angula, que en Navidades anteriores gozó de éxito, pero en 2014 pocos la quieren. Su precio rondaba el año pasado los 600 euros el kilo; en esta ocasión ha bajado hasta los 300. «No sé qué pasa con este producto», se extraña el presidente de los mayoristas de pescados.

Cualquiera de los 140 puestos que tiene el mercado del pescado vende a la semana entre 4.000 y 5.000 kilos. Estos días, su venta se triplica alcanzando las 20 o 30 toneladas. La mayoría del producto que se llevan los compradores es congelado. En su totalidad, es el mercado con más variedad de productos del mundo. De hecho, Mercamadrid es el segundo mercado más importante del planeta después de Tokio; es el primero de Europa. Abastece en un radio de 400-500 kilómetros a 12 millones de consumidores. «Hace 25 años, el producto de Navidad se vendía en junio o julio. Ahora esto es impensable. Cada vez la calidad y la frescura en Mercamadrid es mayor y ofrece gran diversidad variedades, precios y calidades», anuncia Blanco. Hace 30 años, narra este hombre, «el salmón no se vendía en Mercamadrid y ahora hay de todos los tipos de pescados y mariscos».

El marisco y el pescado llegan vivos en gran medida. Algunos puestos cuentan con sus propios «jacuzzis», como los llaman, para su mercancía. Allí los mantienen con vida. Los que no aguantan por falta de alimento, se tiran.

Se pierde de vista a la crisis

El cochinillo (de 12,8 a 14,8 euros el kilo) y el cordero (a 13,5 euros el kilo) son las piezas que más pasan por caja en el mercado de la carne hasta el próximo 1 de enero.

Tanto en el mercado de las carnes como en el de los pescados notan una mejoría de la actividad desde el año pasado. No es así para los que se dedican a la fruta, afirma Antonio Carmona, miembro del comité de dirección de la Asociación Mesuna de Fruticultores (Asomefrut). Estas fechas no son muy boyantes para los fruteros. La gente prefiere el turrón y el mazapán para el postre. Sin embargo, cuentan con pedidos mayores de los productos más demandados: las uvas, las cerezas, frambuesas, piña y melones. En cuanto a las hortalizas, el pimiento y el tomate raf son los más vendidos.