Goteras y humedades en el edificio de la iglesia de La Paloma
Goteras y humedades en el edificio de la iglesia de La Paloma - josé ramón ladra
madrid

Música para pagar las obras de La Paloma

Hoy, concierto solidario para restaurar el templo. El Ayuntamiento y la Comunidad ya han destinado 600.000 euros

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Las obras son carísimas y hay que recuadar todos los fondos posibles. Ese es el ánimo del concierto solidario de esta tarde, a las 20.30 horas, en la Iglesia de La Paloma, la «patrona castiza» de Madrid. Su templo _en la calle Toledo 98_ está muy deteriorado con el paso del tiempo. La música, a cago del Coro y Orquesta de Cámara Virgen de la Paloma, se encuadra dentro del Oratorio de Navidad. El donativo se ha fijado en 5 euros.

Los daños que tiene la iglesia están a la vista de todos. La restauración va a ser larga y costosa. De hecho, el Ayuntamiento ya ha previsto una ayuda de 200.000 euros para 2015 y otros 100.000 en 2016, a través del presupuesto de la junta de Centro.

Se tramitará mediante un convenio que posiblemente se firmará en enero con el Arzobispado, según ha adelantado ABC.

La Iglesia de La Paloma no es un templo más: alberga a la patrona popular de Madrid, cuyo cuadro bajan los bomberos cada 15 de agosto, en una misa y una procesión que reúnen ese día a más de 600.000 personas, según distintas fuentes. Ese lugar, con más de cien años de historia y un auténtico emblema de la ciudad, corría serio peligro por las humedades y otros efectos del paso del tiempo. Las tres administraciones se han puesto de acuerdo para rescatarla, con unas obras que se prolongarán hasta 2016.

Sin contar con el marchamo de «patrón oficial» como San Isidro o La Almudena, la modesta Paloma se lleva la palma en el cariño popular de los madrileños. Es sabido, por ejemplo, que los alcaldes siempre acuden a su misa del 15 de agosto; ninguno se lo pierde porque sabe de lo importante que es para muchos vecinos.

Pero la iglesia, un templo sencillo y sin pretensiones que se inauguró en 1912, lleva tiempo soportando los efectos del paso de los años, los rigores climáticos y el efecto de la humedad sobre sus zonas más bajas. Unos problemas de filtraciones que incluso pueden hacer peligrar su estructura.

Los responsables de la parroquia pidieron a la alcaldesa Ana Botella ayuda para rehabilitar este bien, tan querido por los madrileños y una pieza esencial del alma madrileña. Ya habían conseguido la colaboración de la Comunidad de Madrid, que ha contribuido económicamente a los arreglos con 300.000 euros en tres años. El Ministerio de Fomento colaborará también con cargo a su 1 por ciento del presupuesto destinado a fines culturales.

Ver los comentarios