Iñigo Urkullu, con los expertos que evaluaron su plan de paz
Iñigo Urkullu, con los expertos que evaluaron su plan de paz - gobierno vasco

Covite censura a los asesores de Urkullu que «propongan el aislamiento social de las víctimas»

Los expertos que evaluaron el plan de paz del Gobierno vasco indicaron que «tienen una voz que no les corresponde»

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El colectivo de víctimas del terrorismo Covite, a través de un comunicado, «considera sumamente grave que supuestos expertos en derechos humanos contratados por el Gobierno vascoataquen la labor de ONGs como Covite, con estatus consultivo para Naciones Unidas, defendiendo que las asociaciones de víctimas 'tienen una voz que nos les corresponde'», en alusión a las declaraciones efectuadas por los mencionados expertos tras entregar su informe de evaluación del plan de paz del ejecutivo de Urkullu.

Covite alude a otras manifestaciones en este sentido, como la de que las víctimas no deben «bloquear los procesos» y que, en cambio, sería aconsejable «redimensionar su papel» para adecuarlo a la realidad, y no a «ensoñaciones quizás fuera de lugar».

Para el colectivo de víctimas, «poner en duda la labor de asociaciones como Covite no solo evidencia un claro desconocimiento del trabajo acometido durante dos décadas por la asociación, sino que supone un claro y peligroso intento de aislar a los damnificados con el objetivo de allanar el camino a quienes siguen justificando el terrorismo».

Además, recuerdan que «el proceso al que aluden los expertos quedó en entredicho precisamente después de que Covite demostrase la falta de ética y profesionalidad de los también supuestos verificadores internacionales avalados por Urkullu. El colectivo lo hizo solicitando la comparecencia de los verificadores en la Audiencia Nacional, donde reconocieron que ETA les contactó, no entregó ninguna arma y se llevó en una caja de cartón las que mostró».

Finalmente, Covite responde a los denominados expertos que la labor de los colectivos de damnificados «ha promovido la investigación en torno a cerca de 400 asesinatos terroristas sin resolver, así como a la reapertura, en el último año y medio, de al menos cuatro sumarios de asesinato terrorista»; así como la colocación, por parte de Ayuntamientos como el de Bilbao, de placas en recuerdo de los asesinados.

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