Dos premios Goya para revivir el «Hospital Real» de finales del XVIII

Una historia de amor, pero también de intriga con la dosis de asesinatos y venganza necesaria. Una historia de época, los revolucionarios años de finales del siglo XVIII, en uno de los hospitales de España más importantes del momento y que más de dos centurias después es uno de los mejores Paradores del país.

El Hospital de los Reyes Católicos, en la plaza del Obradoiro, se convierte desde esta noche en el escenario de una nueva serie de la TVG: «Hospital Real», un proyecto de Ficción Producciones que se estrena a las 22.00 horas y que cuenta con la participación de los dos actores gallegos que recogieron estatuilla en la última edición de los Premios Goya: Nerea Barros —clasista, orgullosa y manipuladora en el papel de Rebeca Álvarez de Castro— y Javier Gutiérrez, trabajador, resolutivo y de mente abierta, que «lleva con cierta resignación ser el arzobispo de Santiago», explican los creadores.

Junto a ellos, bajo la dirección del joven Jorge Cassinello —que ya se encargó con éxito de la miniserie sobre el robo del «Códice Calixtino»— estará un elenco con nombres como Pedro Feijeiro, Mariña Sampedro, Antonio Durán «Morris», Sonia Castelo, Francis Lorenzo, Xosé Barato, Xúlio Abonjo, Miguel de Lira, Carlos Blanco, María Vázquez o Luis Zahera, entre otros.

«Hospital Real» se desarrolla en localizaciones naturales, la principal de ellas el franciscano convento de Herbón, donde se han reconstruido la botica, el orfanato, la enfermería, la sala de operaciones o la consulta médica de un edificio que atendía anualmente a unos mil pacientes, muchos de ellos peregrinos del Camino de Santiago —ruta en la que se inicia el romance entre dos de los protagonista y con ello, la trama—, soldados heridos o afectados por enfermedades infecciosas.

La serie habla de una Compostela de 16.000 habitantes, la mayoría de ellos mujeres, donde la botánica tenía suma importancia. Con el fin de darle el mayor realismo posible, se han ejecutado ex profeso para el rodaje utensilios médicos de la época. También se ha llevado a cabo una intensa labor de documentación para el vestuario, que se mueve en espacios como el Pazo de Faramello, las calles de Santiago, la playa do Vilar o paisajes de Padrón.