Colombia expulsa a 59 venezolanos por atentar contra la seguridad nacional durante las protestas

«No vamos a permitir que ningún ciudadano extranjero afecte nuestra tranquilidad», afirma el responsable de Migraciones

Un manifestante detenido durante el reciene paro nacional en Colombia Reuters

Poly Martínez

«Chao, fue un placer», se le oye decir a un joven que, esposado, se sube a un autobús de la Policía de Colombia . Otros en línea lo siguen en el camino de regreso a su país, tras la decisión del Gobierno colombiano de expulsar a 59 venezolanos acusados de «afectar el orden público y la seguridad nacional», es decir, por participar en los actos de vandalismo que desde el jueves pasado, a raíz del gran paro nacional , sacudieron a Bogotá , especialmente.

Previamente se había sido deportado a otros dos, por lo cual ya son 61 venezolanos los que han salido expulsados de Colombia en los últimos días. Todos ellos quedan con una restricción de 10 años para volver al país.

La salida empezó muy de madrugada el lunes, tenía trazado su itinerario de viaje desde el Centro de Traslado de Protección, para de allí llegar a la base aérea militar de Catam. Entonces, abordaron el vuelo que los dejó en Puerto Inírida, capital del departamento de Guainía, ubicado al suroriente del país, ciudad que comparte frontera con Venezuela.

Desde allí, un territorio selvático, el retorno tal vez no les resultará tan fácil, a pesar de lo poroso que ese tramo de la frontera de 2.200 kilómetros que comparte Colombia con Venezuela . El costo de reingresar al país por vías ilegales no es tan fácil, pero no imposible.

Para frenarles el paso, en los posible, director de Migración Colombia, Christian Krüger , aseveró que entre las medidas que ya tenía instaladas Colombia se incluía intercambiar información con las autoridades migratorias de la región, lo que hará difícil que los expulsados puedan entrar a otros países vecinos.

Krüger se refirió, además, a un asunto de preocupación y malestar entre algunos colombianos, como es una posible ola xenófoba contra miles de venezolanos que conviven pacíficamente en el país. «No vamos a permitir que ningún ciudadano extranjero afecte nuestra tranquilidad. Hemos respetado su participación dentro de las marchas. Les hemos tendido la mano a aquellos que, como el pueblo venezolano, lo han necesitado. Pero lo que no vamos a tolerar, es que un grupo de desadaptados venga a afectar la seguridad de nuestras ciudades, generando, de paso, brotes de xenofobia, con estas acciones, ya que dañan el nombre de aquellos venezolanos vienen trabajando por un mejor país», aseveró Krüger Sarmiento

Iván Duque avanza en el diálogo nacional

Mientras esto sucedía, el presidente Iván Duque avanzaba en la convocatoria a la «conversación nacional» , como ha denominado el Gobierno el proceso de diálogo y eventual negociación con los líderes de las protestas de estos días, que ayer tenían previsto otro cacerolazo, además de una gran besatón en parques y plazas.

El mandatario colombiano se reunió el domingo por la tarde con los nuevos alcaldes y gobernadores, que asumirán sus cargos el próximo 1 de enero, encuentro que estaba previsto desde antes del paro nacional, pero que Duque aprovechó para enfocar la agenda en la crisis desatada en el país.

Este primer encuentro generó rechazo por parte de la Mesa del Paro, que reúne a los principales grupos de la sociedad civil y de los movimientos sindicales, precisamente los que promovieron la gran marcha y deben ser el interlocutor prioritario para el Gobierno.

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