El Molino

De tienda de ultramarinos a pequeño bar. Y de ello a restaurante. Con todas las letras, ya que andan trabajando en un proyecto de ampliación para cien comensales más. El Molino es un negocio que ha pasado de padres a hijos, por lo que el aroma tradicional de sus guisos es evidente.

Lo que más se vende en este establecimiento es la ensaladilla. No dejan de salir tapas. Huyen de los congelados y todo lo que se sirve, desde las tapas hasta los postres, es casero. Tienen buena fama los guisos marineros, así como su carne mechada.

Para disfrutar de todo ello, cuentan con una agradable terraza para aliviar el calor. No hay quien se resista a sentarse al fresco para degustar sus tapitas y sus caracoles.

La carta es extensa y el trato amable.