Los principales errores que cometen los padres al elegir el colegio de sus hijos

Hay muchos más padres que se plantean cambiar a sus hijos de colegio que los que se deciden a hacerlo

Cómo pueden tener los padres la tranquilidad de haber elegido el mejor colegio para sus hijos

Laura Peraita

Esta funcionalidad es sólo para registrados

La búsqueda de un colegio para los hijos no es tarea sencilla. Los padres siempre quieren la mejor formación para sus hijos, pero la incertidumbre de si estarán optando por el centro más óptimo a sus características y circunstancias es siempre una constante. Según Mar Romera , maestra, licenciada en pedagogía y psicopedagogía y colaboradora de la plataforma Micole Talks , iniciativa de Micole y los colegios Inspired,«cuando los errores se cometen por amor no suelen ser demasiado graves». Aún así, explica que los errores suelen venir provocados por la falta de sentido común, el excedente de modas y el poco juicio crítico ante la “presión comercial” de la oferta de centros.

Señala que en muchas ocasiones son las creencias en las que estamos instalados las que pueden llevar a equivocarnos : “Mi hijo irá al mismo centro donde yo fui”, “es mejor un colegio privado por el hecho de que se paga”, “es necesario “seleccionar” el alumnado con el que se relacione mi hijo”, “en ese colegio nadie llega a nada”, “a ese colegio no, hay un maestro de historia malísimo”, “en ese colegio todo el mundo saca buenas notas”...

Romera considera que el principal error al elegir un centro para un hijo es pensar en todo menos en él ; en lo que ellos necesitan, lo que quieren, lo que les vendría bien. «Para no cometer fallos hay que escuhar a los niños. Haciéndolos fuertes, que no caprichosos; y, por supuesto, si existe el resultado no es el esperado cambiándolos de centro. Lo cierto es que nadie debería tener que cambiar a un niño de centro porque todos deberían ser buenos y cumplir con la Convención de los Derechos de los Niños (siempre prevalece el interés del menor) y por nuestra Constitución, que garantiza una educación de calidad para todos. Sería maravilloso que la comunidad se preocupase de la dignidad de la infancia y de su mejor educación y que antes de tener que cambiar de centro, no porque su familia se traslade o cambie de dirección familiar, sino porque lo que ofrece no es lo mejor, se cerrara ese colegio».

No obstante, esta experta puntualiza que hay muchos más padres que se plantean cambiar a sus hijos de colegio que los que se deciden a hacerlo. «Mi opinión —insiste— es que s iempre debemos pensar en los niños; en sus vínculos, sus relaciones, su estabilidad emocional. A veces las razones por las que se plantean las familias los cambios son caprichosas basadas en el concepto de consumo y exigencia que nada tiene que ver con el bienestar sobre todo emocional de la infancia. En ocasiones, perdemos los papeles y olvidamos que los profesionales docentes son los equipos directivos y el profesorado. También solemos confundir placer con felicidad y cuando argumentamos buscar la felicidad de nuestros peques solo exigimos momentos de placer que conllevan permisividad y faltas de normas, lo contrario de lo que necesita la infancia del siglo XXI. Ninguna escuela nos debe garantizar el éxito de nuestros hijos según nuestro criterio subjetivo, todas las escuelas nos deben garantizar y comprometerse a llevarlo a cabo una educación personalizada que garantice su mejor versión».

Según Micky Domínguez , profesor y responsable de Bienestar de King’s Infant School Chamartín , las familias que tienen éxito al encontrar el colegio ideal, lo consiguen porque hacen un buen estudio de los programas académicos, de desarrollo emocional, las instalaciones, el comedor, las actividades extra-curriculares y el tipo de metodología que quieren para la enseñanza de sus hijos. « Centrarse en un único aspecto puede ser el gran error , ya que los mejores colegios son aquellos que cuidan todas y cada una de estás áreas que he mencionado».

Añade, no obstante, que siempre se siente miedo a los cambios, «pero un cambio a tiempo de centro a uno que cumpla con todas las características que deseamos siempre va a ser positivo . Los niños tienen una capacidad de adaptación mucho más efectiva de lo que nos pensamos».

Según Paloma López Rodrigo , directora técnica de español en Kensington School, «los centros hemos tenido que aprender a comunicar mejor, a abrir nuestras puertas y que vean cómo trabajamos, nuestras clases, instalaciones… Ahora hay exceso de información y todo el mundo habla de Educación. No sé si mis padres visitaron tantos centros, acudieron a tantos open day… No sé si estudié en el mejor colegio, con el mejor curriculum. Lo que tengo claro es que guardo un recuerdo excepcional, amigos de esos años, una formación que me ha permitido desarrollarme profesionalmente en lo que me gusta y crecer personalmente».

Reconoce que hay familias que eligen los centros por cercanía al domicilio, porque los hermanos estudian allí y pueden conciliar así la vida profesional y personal, porque van sus amigos… Todos son motivos de peso que tenemos que considerar, pero me gustaría que los padres valorasen un colegio en el que se trabaja la frustración al mismo nivel que la Lengua Castellana, el Inglés y las Mates…, donde se ponen límites, pero se educa en libertad, donde hay normas y consecuencias si se infringen, pero a través de trabajos a la comunidad, donde hay una Escuela de liderazgo en la que el papel del líder es ayudar al resto del grupo, colaborar para que el ambiente sea positivo, trabajar en equipo... El alumno del siglo XXI no es el de hace 40 años y nosotros tenemos el gran reto de saber adaptarnos a las necesidades actuales sin perder la excelencia educativa de nuestras generaciones».

Añade la directora técnica de Kensington School que entre la institución y la familia tiene que haber una relación basada en la confianza y si la familia está descontenta por algo, hay que abordar el tema por el bien del niño. «No obstante, no hay que temer cambiar al hijo de centro si ves que no es feliz, que no es lo que él necesita; eso sí, que lo haga cuando el niño no tenga la sensación de que ha fracasado. Ahí, el papel del adulto es fundamental».

Darla Price, responsable de Admisiones del Colegio San Patricio La Moraleja, apunta que en ocasiones los padres se empeñan en buscar para sus hijos aquello que no tuvieron ellos. «El riesgo de poner el foco en un solo criterio es que uno se puede equivocar en todo lo demás. La mayoría de las personas somos optimistas. Queremos creer que hemos elegido bien, que todo se irá resolviendo con el tiempo. Normalmente es en Primaria cuando las dudas se convierten en inquietudes o preocupaciones y estamos dispuestos a salir de nuestra zona de confort y confrontar la situación».

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación