semana de la lactancia

«Muchas veces la lactancia fracasa por falta de información»

Asociaciones señalan que no existe el personal adecuado para orientar a las madres

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Más allá del parto y de las dudas que han causado 9 meses de cambios —en aquellos casos que no ha habido un nacimiento prematuro— tras el nacimiento del bebé las mujeres se enfrentan al interrogante de cómo alimentar al recién nacido. La falta de información sobre la lactancia es uno de los principales problemas que las madres encuentran. En este sentido, son muchas las asociaciones que reivindican la necesidad de que los mitos desaparezcan y se comience a ofrecer información real. Organizaciones como, por ejemplo, la Plataforma de Lactancia Informada, que reivindican la modernización de la información que se ofrece a las madres. Tanya Cuadros, coordinadora de la Plataforma, señala que no existe asesoramiento por parte de los profesionales y que se deja en manos de las madres la documentación sobre el tema.

«Solo puedes obtener recursos en las clases de preparto y en muchos casos, eso ni siquiera ocurre. Todo depende de si tienes suerte encontrando una buena asesora de lactancia» apunta. Según Cuadros, el primer paso para tomar una decisión en conciencia y con los datos necesarios pasa porque en España se creen protocolos de lactancia materna siguiendo las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud y de las diferentes asociaciones pediátricas. «Protocolos actualizados que, además, estén en conocimiento de facultativos y profesionales ya que estos son los que tienen que aconsejar y orientar a las familias», indica.

«Las madres que no dan el pecho se sienten atacadas»

«Como en todo hay dos posiciones, que además ahora están muy distinguidas. Por un lado, las mujeres que defendemos la lactancia materna y por otro, aquellas que no quieren por decisión propia, o porque no pueden, y optan por la lactancia artificial. Es una cuestión que incluso implica un estigma social muy marcado, porque las madres que proceden a la lactancia artificial se sienten atacadas por las que defendemos la lactancia materna», asegura la coordinadora de la Plataforma. En ambas posiciones —tanto en aquellas mujeres que deseen dar el pecho, como las que no— el médico ha de respetar siempre la voluntad de la madre, a excepción de aquellas circunstancias en las que la salud e integridad del recién nacido corran peligro. Sin embargo, no se pueden obviar los beneficios —más que reconocidos— de la lactancia materna. Aunque la leche artificial aporte los nutritientes que un recién nacido necesita, tiene un alto contenido en azúcar que hace que la autoregulación de los niños desaparezca —les sacia, pero hace que quieran más—. Por su parte, la leche materna aporta a los recién nacidos nutrientes necesarios para su desarrollo, ayuda a las conexiones neuronales y transmite hormonas, anticuerpos y otros compuestos orgánicos que la leche artificial no posee y que, para un bebé, son fundamentales.

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