Patrizia Re Rebaudengo
Patrizia Re Rebaudengo - ABC

Patrizia Re Rebaudengo, la aristócrata italiana que ha cautivado a Carmena

La alcaldesa de Madrid quiere cederle una nave del complejo Matadero para albergar sus fabulosas obras de arte

Corresponsal en Roma Actualizado: Guardar
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Hay mujeres que se hicieron célebres por el coleccionismo: Elizabeth Taylor amasó una de las colecciones de joyas más preciosas del mundo; Imelda Marcos se hizo famosa, entre otras cosas, por sus miles y miles de zapatos; y Peggy Guggenheim, tercera esposa del pintor surrealista Max Ernst, compró obras de arte como loca. Ahora, la nueva Peggy está considerada la aristócrata italiana Patrizia Sandretto Re Rebaudengo (57 años). Ha tenido una gran conexión con España y su nombre estará ligado a la cultura y arte español, cuyo idioma domina. El ayuntamiento presidido por Manuela Carmena quiere cederle durante un periodo de 25 a 50 años una nave del complejo cultural Matadero a la Fundación Sandretto Re Rebaudengo, a la que Patrizia dio vida en 1995.

Casada con Agostino Re Rebaudengo, descendiente de una de las familias más linajudas de la región de Piamonte, con dos hijos, licenciada en Economía y Comercio en la Universidad de Turín, bella, rica y con arte de vanguardia a raudales. Su vocación se le despertó a inicios de los años noventa, comprando trabajos de artistas que comenzaban su carrera. Su pasión por el arte se transformó en actividad organizada al crear la Fundación Sandretto Re Rebaudengo, de la que es presidenta. En el 1997 fue inaugurada la primera sede de la fundación en un edificio familiar del siglo XVIII, el Palazzo Re Rebaudengo, en Guarene d’ Alba, un pequeño pueblo en la provincia de Cuneo, a 40 kilómetros de Turín. Posteriormente organizó un nuevo espacio en la capital del Piamonte, con el objetivo de desarrollar y promocionar el arte contemporáneo. Se trata de un centro de nivel internacional para el estudio, la experimentación y contraste de artistas, críticos, comisarios y coleccionistas.

España, como en casa

No es casual que Patrizia Sandretto, llevada por su idea de mecenazgo, quiera tener otro gran centro expositivo en Madrid. Considera a España su segundo país y le apasiona por ser tierra de arte y cultura. Sus padres tenían una casa en Cadaqués y pasaban temporadas en la Costa Brava, cuya naturaleza y paisaje aman. Cadaqués, pueblo visitado por artistas y ligado a la casa de Salvador Dalí, así como el Teatro Museo de Figueras, están siempre en el recuerdo de Patrizia.

La aristócrata italiana, vestida siempre de manera impecable, con vestidos blancos o negros iluminados por rica bisutería americana que colecciona desde los años 80 -afirma que tiene «más de mil, todos realizados entre los años 30 y 70»- se ha marcado una misión: llevar a todas partes del mundo su fundación, ayudar a jóvenes artistas a realizar sus propios proyectos, formarlos para que sepan contar sus obras al público.

Su pasión por llevar el arte incluso a los estudiantes en la escuela está en la tradición de algunas ricas americanas del pasado siglo, fundadoras de museos que hoy se visitan con gratitud y admiración. De ahí que algunos italianos llamen a Patrizia la nueva Peggy Guggenheim, cuya colección en Venecia, donde murió, constituye uno de los museos más importantes de arte europeo y americano de la primera mitad del siglo XX.

Visitas a ARCO

Pero Sandretto, en lugar de un museo, prefiere una fundación, una iniciativa que explica así al semanario «Io Donna», del «Corriere»: «Con la colaboración del crítico y director artístico Francesco Bonami -nombre prestigioso en el arte internacional- he imaginado el espacio no como la casa de mis obras, como hacen muchos coleccionistas, sino como un lugar con dos objetivos: el apoyo a los artistas y la creación de un lugar que permitiera a todos comprender el arte contemporáneo».

Su pasión por el arte lo lleva en cierta forma desde siempre: «Me inicié con mi madre, que me llevaba a museos y coleccionaba objetos antiguos. Pero mi interés específico por lo contemporáneo nació con una amiga coleccionista, Rosangela Cochrane, una mujer visionaria y adelantada, que me llevó en 1992 a Londres. Allí, junto a Nicholas Logsdail, el fundador de la prestigiosa Lisson Gallery, visitamos decenas de estudios de artistas». Desde entonces, las visitas de Patrizia a Londres no son para visitar Bond Street, la calle de las firmas de moda, sino Hoxton, Deptford y Shoreditch, en cuyas galerías no se harta nunca de comprar piezas. Es visitante también habitual de ARCO, la Feria Internacional de Arte Contemporáneo de Madrid. Seguramente, pronto se la vea más por la capital española.

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