España no es un país racista, pero los delitos de odio crecen porque se denuncian más

S. S.

Seis de cada diez víctimas de los 1.802 delitos que comunicó el Ministerio del Interior son españolas. Entidades como el Movimiento contra la Intolerancia niegan frontalmente que la ciudadanía sea intolerante, aunque el mundo del fútbol «aún es tibio»