El principal imputado en la causa, Miguel Ángel Flores, entrando a la Audiencia Provincial
El principal imputado en la causa, Miguel Ángel Flores, entrando a la Audiencia Provincial - DE SAN BERNARDO

Madridec reconoce trato de favor a Flores «porque era cliente habitual»

No le exigían el certificado de tiques vendidos ya que «nunca dio ningún problema»

Madrid Actualizado: Guardar
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Unos contra otros. Nadie asume la responsabilidad de la seguridad del Madrid Arena en la fiesta de Halloween. Los responsables de Diviertt, la empresa del principal imputado, Miguel Ángel Flores, aseguran que eso era tarea de Madridec, entidad municipal dueña del recinto y de Seguriber, contratada por estos. Los dueños del pabellón, culpan al cliente y a Kontrol 34. Tampoco nadie percibió sobreaforo ni ordenó aligerar requisas ni vio una entrada masiva de personas por vías de emergencia.

Ese fue el resumen de la tercera sesión del juicio que se celebró ayer en la Audiencia Provincial contra los 15 procesados por la muerte de cinco jóvenes en una avalancha mortal el 1 de noviembre de 2012. Madridec, que alquiló el pabellón a Flores, nunca le pedía el certificado de entradas vendidas del evento, como suele hacer habitualmente.

«Era un cliente habitual que nunca dio problemas». Así lo manifestó el excoordinador de proyectos, Francisco del Amo. «Se lo pedíamos a posteriori». Relató que le comunicó que irían entre 4.000 y 6.000 personas y que Madridec comunicó 7.000 por si se vendían más entradas, aunque le autorizaron un aforo máximo de 10.620. «Nunca supe cuál fue exactamente. Le preguntaba que cómo iban las ventas y me decía que bien», respondió a la fiscal. Flores aseguró la víspera que mandó imprimir 17.500 tiques pero se lió con las cifras y llegó a dar una en la que superaba el límite.

«Nadie imprime tiques de más»

«No conozco a ningún promotor que imprima 12.000 entradas de más, ya que cada una cuesta 70 céntimos», dijo luego Del Amo. Este le dejó en evidencia al asegurar que sí le facilitaron el plan de autoprotección, que entre sus funciones estaba la de la seguridad interior, tal y como recogía en sus comunicados Diviertt y citaba que su equipo lo formaba Kontrol 34. Además, dejó claro que el organizador podía dar órdenes a Seguriber (encargada de la vigilancia exterior), ya que es el que les paga, en contra de lo que expresó el exgurú de la noche. «Solía regatear en la seguridad para ahorrar costes; no le gustaba la gente uniformada».

Y volvió a desmentir a Flores: «Sí se puede compartimentar el aforo por plantas, y tal y como se le dio; se hace al final cuando se va llenando el recinto». Sin embargo, no lo comprobó. Del Amo negó la acusación del número dos de Diviertt, Santiago Rojo, quien dijo que le oyó ordenar por teléfono a un vigilante de Seguriber abrir el portón de muelle de carga por el que entraron 3.000 personas. Así se oyó por la malla y está registrado. «En algún evento sí se hizo. Si me lo hubieran pedido hubiera hablado con Flores y con mi compañero Rafael Pastor». Rojo dijo que él no intervino en la apertura de ese acceso, ya que no estaba autorizado para ello. Sin embargo, un video le sitúa junto a la persona que lo abrió y sospechan que fue a asegurarse de ello.

José Luis Morcillo, jefe de Personal de Diviertt, confirmó que abrió la puerta del muelle mónico porque tenía una cadena sin candado y era una salida de emergencia. Por ella también entró gente sin que nadie lo impidiera.

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