Ahora Madrid se contradice en campaña

La participación de Ahora Madrid en la campaña electoral ha generado, de nuevo, un doble discurso en la formación. Al tiempo que la líder y alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, rechaza un alineamiento con Unidos Podemos y asegura que su partido no participa en este proceso, la mayoría de sus concejales contradicen sus palabras y participan activamente en los actos de la coalición izquierdista en la capital. Esta implicación también se reconoce a nivel institucional, hasta el punto que la Junta Electoral ha tumbado cuatro actos del Ayuntamiento por contravenir la ley.

«Estamos fuera, no estamos en ninguna campaña electoral», dijo Carmena el martes, con la intención de dar portazo tanto a las acusaciones de electoralismo en ciertos anuncios del Consistorio como a la participación de hasta nueve de sus 19 concejales en un acto de Unidos Podemos, celebrado en la plaza de Isabel II.

Aunque la regidora trató de camuflar esta implicación con la anturaleza «individual» de los apoyos, lo cierto es que fue el propio partido el que lanzó la convocatoria y elaboró un manifiesto para pedir el voto para Pablo Iglesias.

Al acto acudieron Nacho Murgui, Celia Mayer, Mauricio Valiente, Carlos Sánchez Mato, Pablo Soto, Javier Barbero, Yolanda Rodríguez, Montserrat Galcerán y Rommy Arce. Los ediles, procedentes de Podemos, Ganemos e IU, destacaron su apoyo a la candidatura conjunta porque supone una «nueva oportunidad para afianzar los procesos de cambio», según reza el escrito.

Cuatro actos anulados

La implicación de Ahora Madrid en la campaña electoral se ha reconocido igualmente con varios anuncios en las últimas horas, tildados de «electoralistas», que fueron denunciados por el PP. Así, la Junta Electoral dio la razón al grupo encabezado por Esperanza Aguirre y determinó ayer que la presentación de la nueva operación Mahou-Calderón, la bajada del IBI en 22 barrios de Madrid, una campaña en más de un centenar de marquesinas y el plan Madrid Recupera contradicen la ley. El IBI ha sido el que más polémica ha generado, hasta el punto de que su principal aliado en la corporación, el PSOE, los acusó de «cinismo y electoralismo».