Las prostitutas de Marconi se asocian para defender sus derechos

dicen ser libres. Ejercen la prostitución porque así lo han decido y se han asociado para defender sus derechos y la legalización de su oficio con el que hacen, según ellas un bien social.Cada día trabajan  en el polígono Colonia Marconi de Madrid uno de los lugares donde, según la Policía, impera la ley de las mafias. En este lugar el control es máximo y  ellas se sienten perseguidas por los agentes que las multan a ellas y a sus clientes. "Nosotras no tenemos nada que ver con las mafias, ni con las drogas, ni con nada de eso... lo que nos une con ese mundo sólo es la calle". Reinvindican derechos, trabajar sin molestar a los vecinos y para ello proponen decoro. Se comprometen a ir vestidas sin enseñar más de la cuenta y a limpiar las calles para que no queden tirados ni preservativos ni desperdicios habituales en la calle como pañuelos de papel y toallitas. Quieren pactar con los vecinos y comerciantes para que haya una correcta convivencia y exigen al gobierno que legalice su situación, dotándoles de derechos y de un lugar donde se pueda ejercer la prostitución libremente.